El valor de las compras de bienes y servicios por parte de México a China se disparó 86 por ciento en la década pasada, revelan datos oficiales. Si bien este dinamismo es muy superior al crecimiento de 25 por ciento que muestran las importaciones desde Estados Unidos en el mismo lapso, aún hay retos por delante, sobre todo en las exportaciones, coincidieron especialistas.
De acuerdo con datos del Banco de México, entre enero y agosto de 2021 México compró mercancías al gigante asiático por 61 mil 724 millones de dólares, cantidad superior a los 31 mil 175 millones de dólares registrados en el mismo periodo de 2011, es decir, hace 10 años. En el mismo periodo, las compras de México a Estados Unidos pasaron de 114 mil 877 millones de dólares a 144 mil 427 millones de dólares.
Si bien Estados Unidos continúa siendo el país al que más le compra a México, en la década reciente ha perdido peso. Las cifras históricas del banco central exhiben que en 2011, 50 por ciento de las importaciones mexicanas provenían de territorio estadunidense; sin embargo, para agosto de 2021 ya sólo representaban 45 por ciento.
Dicha brecha ha sido aprovechada por China. Hace una década las compras de México a ese país equivalían a 14 por ciento de sus importaciones totales, mientras ahora representan poco más de 19 por ciento.
Para Enrique Dussel Peters, coordinador del Centro de Estudios China-México, en la década pasada México se ha esforzado en diversificar su comercio internacional para depender en demasía de Estados Unidos; además, desde 2017 Estados Unidos y China sostienen una guerra comercial que ha incrementado el comercio de México con ambas naciones.
Desde el punto de vista del especialista, México debe aprovechar el conflicto comercial de los dos gigantes comerciales para incrementar sus exportaciones a China, las cuales si bien han crecido en la pasada década, están lejos del nivel de importaciones.
Al respecto, Carlos Bautista, especialista en comercio de la Universidad La Salle, enfatizó que México debe aprovechar el hecho de que China es la “fábrica del mundo”, dado que elabora casi de todo, pero no produce materias primas como petróleo y otros minerales, por lo que tiene que importarlos, transformarlos y luego exportarlos.
“México exporta muchas materias primas, desde el petróleo, minerales, agropecuarios, entre otras cosas más, hemos aprovechado para aumentar nuestras ventas a ese país durante la pandemia, pero aún hay un gran potencial”, apuntó.
Ambos expertos coincidieron en que México tiene una política exterior en donde trata de no depender en exceso de Estados Unidos, lo que lleva a la búsqueda de nuevos mercados, en este caso el chino; sin embargo, hace falta trabajar en una estrategia que permita explotar el potencial comercial que hay entre los dos países.