Bogotá. Un grupo de 50 personas de lo qu fueron las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) cambiaron el camuflado y las armas por las las cámaras y los focos para rodar Memorias guerrilleras, la primera película escrita, actuada y dirigida por ex combatientes.
La cinta, surgida de la iniciativa del guionista Ricardo Coral, conocido en el país por la realización de películas con un corte más comercial, retrata la cotidianidad de los guerrilleros que en 2017 estaban en el proceso anterior a dejar las armas tras la firma del Acuerdo Final de Paz, en noviembre de 2016, y emprendían su complejo proceso de reincorporación social.
“El filme es una forma de usar el cine como herramienta de transformación social. Surgió en medio de una visita que hice en 2017 a una zona veredal en el Cauca”, donde un grupo de los entonces guerrilleros de las FARC se concentró para dejar las armas y dar paso al desarrollo de proyectos productivos en los que trabajan incluso hoy día, contó Coral.
El guionista, que fungió como productor general, concibió la idea de qué pasaría si los guerrilleros, que en ese entonces recibían capacitación en comunicaciones, diseño gráfico y producción audiovisual, contaban sus historias de lo que pasaba por sus cabezas en esos momentos, así como las experiencias que los llevaron a ser rebeldes.
No es un acto reivindicativo
“Sin embargo, la película no es un acto reivindicativo hacia la guerrilla ni una crítica al Estado. No queremos entrar en ese plan ideológico”, aclaró Coral.
Acerca de cuál es entonces la línea argumental de Memorias guerrilleras, explicó que se trata del relato paralelo de cinco historias basadas en hechos reales, pero interpretadas a modo de ficción por los ex combatientes, lo que ubica la cinta en un collage de “ficción dramática con giros de documental”.
Según Coral, el filme “es la verdad de los ex combatientes, es una alternativa a la versión oficial, que señala a los guerrilleros de terroristas y de ser personas malvadas”, pero que también deja ver las causas que los llevaron a integrar las FARC, “como la pobreza y el abandono estatal”.
Alcanzar el guion definitivo fue un ejercicio tan metódico y extenuante como la producción, señaló Jacinto Constante, uno de los integrantes de la película y ex combatiente del Bloque Occidental de las FARC.
“Escribimos como mil historias y se seleccionaron sólo cinco, con lo cual empezamos a dar más forma al guion. Y fue hasta entonces cuando empezó a concretarse esta idea de hacer el rodaje”, agregó durante una charla vía telefónica desde Cauca, donde permanece en un proyecto audiovisual con el que espera, junto con sus compañeros, hacer más largometrajes.
“El objetivo es seguir trabajando por la memoria, en equipo y en unidad para hacer más producciones, que la gente conozca nuestra versión, nuestra posición”, sostuvo.
“La película está dedicada a todos los que creyeron en una Colombia nueva, que murieron en el proceso revolucionario y a los que siguen siendo asesinados por creer en la paz”, concluyó Constante.