Ciudad de México. La 21 Feria Internacional del Libro (FIL) en el Zócalo, que terminó este domingo, vendió más ejemplares que en la edición de 2019, informó la directora del encuentro editorial, Paloma Saiz Tejero.
Durante la clausura, informó que se vendieron alrededor de 250 mil libros durante los 10 días en que se desarrolló el encuentro y se registró un millón 300 mil vistas en Internet en los diferentes portales que transmitieron las actividades de la FIL. Adelantó que realizarán ferias del libro en los nuevos parques de la Ciudad de México.
Es el “primer acto masivo de este tipo que hacemos en el país, después de tantos meses de pandemia, y que se haga en el Zócalo y con libros creo es la mejor manera de celebrar que empecemos a volver a nuestra normalidad”, destacó la titular de esta feria en entrevista con La Jornada.
Saiz Tejero refirió desde el comienzo del encuentro cultural, el pasado viernes 10, hasta este 17 de octubre, “tanto frente a las grandes editoriales como de otras participantes, las filas para entrar han sido impresionantes, pues las personas han estado ahí, interesadas”. Según los sellos, “se han comercializado más ejemplares que en 2019”.
Se realizaron, expuso, más de 220 actividades con 250 invitados, y participaron 330 editoriales con 700 sellos, con el “apoyo impresionante” de la Secretaría de Cultura capitalina. “Fuimos absolutamente libres de programar lo que quisimos. Hemos querido ser muy plurales. Todo el mundo que propuso participar, lo hizo”.
Además, el encuentro funcionó para “reactivar la economía del Centro de la ciudad, porque ha sido un polo de atracción, pero beneficia al comercio alrededor, al que le hacía muchísima falta”. Resaltó la participación de “muchísimas editoriales independientes. Eso nos importa. Esos sellos pequeños que apenas han podido sobrevivir a esta pandemia y que están muy representados aquí. Nos interesa propiciar oportunidades no sólo para las grandes empresas del mundo librero, sino a las de menor tamaño y, sobre todo, a esos nuevos escritores y escritoras que todavía no son reconocidos, pero serán relevantes”.
Declaró estar asombrada por las cifras de personas que asistieron a la FIL, “después de estar encerrados, con pandemia y la difícil economía, pero se ve que tenían ganas de volver a salir, de verse en público y este confinamiento ha propiciado que las personas lean más. Hay avidez por comprar libros”.
La activista cultural refirió que había esperado una afluencia menor debido al miedo a la emergencia sanitaria por Covid. “Me ha sorprendido la civilidad de la concurrencia. No ha habido nadie dentro de la plancha del Zócalo sin cubrebocas y han aceptado que tenemos que sanear cada determinado tiempo los foros. Dentro de los pabellones de las editoriales no se aglomeraron las personas. No sólo han respondido, sino que fueron responsables”.
En esta edición, la número 21, por primera vez se contabilizó a los asistentes a los foros y las visitas a las actividades en las transmisiones por Internet, “porque esta FIL del Zócalo es la edición pionera que transmite toda su programación vía digital, además de ser presencial”.
Sobre el retorno a las actividades en la esfera de los libros, Paloma Saiz manifestó que “ha sido maravilloso. Las personas tenían muchísimas ganas de volver”. Hizo hincapié en que la FIL del Zócalo tiene la característica de que es un lugar al que las personas vienen a escuchar “no solamente a escritores y sobre literatura, sino respecto de otros temas que interesan: política, salud, redes digitales…
“Por más que quieras que sea una literatura light, al final cualquier asunto se convierte en un tópico político y sobre lo que vivimos día a día; es decir, entender sobre qué es lo que nos está afectando más y cómo. Eso es lo que le gusta a la gente oír. Agradecen tener esas voces que suelen estar acotadas a las universidades; en cambio, aquí se pueden acercar a ellos. Esa es la importancia de esta feria y, creo, se ha cumplido absolutamente la finalidad, aunque no tuvimos una mayor presencia de extranjeros en el sitio, sí tuvimos una buena representación, además de la virtual.”