Wolfsburgo, Alemania. Herbert Diess, presidente del Comité Ejecutivo de la marca Volkswagen y de Volkswagen AG, planteó en una reunión con el Consejo Supervisor del fabricante alemán a finales de septiembre, acelerar la transición al vehículo eléctrico. Si se frenase podría conllevar, según las estimaciones de los analistas del sector, unos 30,000 despidos en el grupo. Lo peor, todos ellos, en Alemania.
Evidentemente el órgano supervisor y los sindicatos se opusieron a estos fuertes recortes, según publicó el diario económico alemán, Handesblatt. No es la primera vez que Diess se enfrenta al consejo supervisor. Hasta ahora, ha logrado imponerse en todas las batallas y colocar a sus alfiles en los puestos más relevantes del grupo como a Marcus Duessmann en Audi y al mando de Cariad, la unidad de negocio del software del vehículo; o a Thomas Schmall, como máximo responsable de Tecnología del Grupo Volkswagen y, recientemente, nombrado también presidente del Consejo de Administración de Seat.
Transformación
El problema para Volkswagen es sus gigantescas dimensiones a la hora de transformarse en un conglomerado que fabricaba 10 millones de vehículos de combustión interna a uno que fabrique tres tercios vehículos electrificados en 2030. Esta transformación, además, supone una simplificación en la fabricación. Amén del funcionamiento, la diferencia principal entre un motor de combustión y uno eléctrico es su complejidad. El segundo necesita menos de un tercio de las piezas del primero: Por tanto, menos horas de trabajo y menos mano de obra.
Sólo en Alemania, Volkswagen cuenta con 24 plantas de producción. Ha transformado Zwickaw en una planta 100% eléctrica y es donde se hacen los VW ID3 e ID4 o el Cupra Born. Está transformando Hannover para recibir a la futura van eléctrica ID. BUZZ y también Emden y Dresde. Y se puede unir la de Zuffenhausen, donde Porsche fabrica los Taycan y Taycan Cross Turismo 100% eléctricos. En España, el Grupo tiene cuatro plantas, tres en Barcelona y una en Navarra.
Sin embargo, la joya de la corona, la sede, Wolfsburg, donde trabajan 51.000 personas, no ha comenzado su transformación. En la planta madre que ha llegado a superar los 800,000 vehículos al año y donde se hacen el VW Golf, el Tiguan, Tiguan AllSpace y el Seat Tarraco, está previsto que a partir de 2026 llegue una gran berlina 100% eléctrica, dentro del Proyecto Trinity que pilota Audi.
Hasta entonces, las ventas del Golf pierden fuelle en Europa al mismo tiempo que la crisis de los componentes paraliza las líneas de producción de la mayor factoría de automóviles de Europa.