Ciudad de México. Tras una larga espera, este domingo la familia afgana que había sido deportada hace unos días pudo cruzar las puertas del aeropuerto de la Ciudad de México y sentirse a salvo.
Llegaron en un vuelo procedente de Estambul, Turquía, a donde el jueves pasado fueron enviados por autoridades migratorias mexicanas que les impidieron el ingreso al país, aun cuando se ha documentado que necesitaban protección humanitaria.
Tuvieron que combinarse diferentes factores para que la cancillería interviniera y se aceptara darles protección humanitaria.
La pareja, ella con siete meses de embarazo, no reparó en ocultar su emoción al ver a sus amigos mexicanos, quienes los han apoyado en todo este proceso. Cuando cruzaron la puerta de salas en la terminal aérea se fundieron en largos abrazos.
Los dos jóvenes afganos, él de 28 y ella de 27 años, lloraron por varios minutos y agradecieron tanto a sus amigos como al personal del Instituto para las Mujeres en la Migración (Imumi), organismo que difundió el caso y realizó las gestiones pertinentes para que se les reconociera como personas necesitadas de protección humanitaria.
Por protección se pidió mantener en reserva los nombres de los dos jóvenes.
Él agradeció el apoyo y el poder estar en México. Profesor de profesión en Afganistán, afirmó que desde el regreso del Talibán -hace unos meses- al poder, hay riesgos y peligros en su país, por lo que desde hace tiempo decidieron salir.