Tras el anuncio de la reapertura de las fronteras terrestres de Estados Unidos, el gobierno de México reiteró ayer su voluntad de cooperar con su par estadunidense para “proteger la salud de nuestras sociedades, así como para mejorar el dinamismo de nuestra frontera común”.
El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubon, anunció el jueves que a partir del 8 de noviembre se reanudarán las actividades regulares en la frontera con Estados Unidos, que lleva cerrada 19 meses a la mayoría de los viajes.
“Gracias a la labor de negociación y cooperación bilateral que encabezó el canciller Ebrard, junto con la Unidad para América del Norte y la embajada de México en Estados Unidos, las mexicanas y mexicanos que presenten un esquema completo de vacunación contra Covid-19 podrán efectuar viajes terrestres y aéreos a Estados Unidos”, indica un comunicado de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Ese país aceptará a los viajeros con las vacunas autorizadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esto incluye, para el caso mexicano, las fabricadas por Pfizer y BioNTech, AstraZeneca y la Universidad de Oxford, Johnson & Johnson, Moderna y Sinovac.
“La reapertura de la frontera es fruto del avance en la vacunación nacional en las entidades de la frontera norte, así como de la labor de la red consular mexicana en Estados Unidos y Canadá, que ha sido crucial para lograr estos resultados de vacunación”, según la cancillería.
Agregó que “derivado de la buena relación entre ambos países”, se han logrado sumar 3.5 millones de dosis de la vacuna Moderna, 1.35 millones del biológico de Johnson & Johnson y 2.7 de AstraZeneca y la Universidad de Oxford. Lo anterior da un total de 7.55 millones de dosis de vacunas que fortalecen el portafolio de México.