Ante el cambio a color verde del semáforo epidemiológico en la Ciudad de México, y luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador llamara a las instituciones de educación superior a regresar a clases presenciales, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) solicitó a sus académicos y trabajadores administrativos que se incorporen a laborar a partir de mañana. Lo anterior ha aumentado la incertidumbre entre la comunidad sobre cuándo volverán a las aulas y por otra parte grupos sindicales han expresado resistencias para incorporarse.
Si bien en algunas entidades académicas de la UNAM ya se han retomado ciertas actividades presenciales como prácticas y clases especiales con aforo limitado, tal es el caso de la Facultad de Medicina y la Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia, en muchos otros planteles, tanto de nivel superior como de bachillerato, sus estudiantes aún no saben con certeza cómo y cuándo regresarán a las aulas.
Sobre la solicitud de la universidad nacional a los trabajadores administrativos y académicos a incorporarse a sus labores a partir del 18 de octubre, integrantes de grupos sindicales se han opuesto al considerar que no se les notificó con más días de anticipación y piden que el retorno siga siendo escalonado.
En tanto, mientras se define el regreso de la mayoría de los alumnos, en no pocos de los jóvenes hay un agotamiento por las clases virtuales, mientras la paulatina reactivación de los servicios administrativos ha ocasionado, por ejemplo, que la entrega de títulos profesionales tome más de un año.
Luis Montiel, estudiante de octavo semestre de la Facultad de Ingeniería, mencionó que la suspensión de actividades presenciales por la pandemia de Covid-19 ha afectado sobre todo las prácticas en laboratorios. “Es muy distinto poder manejar los instrumentos como un voltímetro de manera presencial a sólo usar un simulador”, dijo. Sin embargo, indicó que aún no sabía cuándo volvería a estos espacios.
Carolina Gutiérrez, de quinto semestre de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales e integrante de la Central de Estudiantes Universitarios, mencionó que en esta entidad académica tampoco les han comentado cuándo podrían regresar, mientras “muchos estudiantes ya están cansados” de las clases en línea.
“En muchas de mis clases ya muchos profesores dicen: ‘los veo muy desanimados, ya no se conectan muchos a sesión, ya nada más entregan tareas’”, mencionó.
No obstante, consideró que si más de la mitad de los alumnos quisieran volver a las aulas, también en otros hay temor de hacerlo, pues muchos viajan en transporte público y tampoco hay certeza de si ya en los planteles se respetarán las medidas sanitarias.
Guadalupe Castillo, académica de la Preparatoria 7 Ezequiel A. Chávez, consideró que la comunidad está “en un limbo, porque con precisión no sabríamos si se tienen las condiciones adecuadas” en las instalaciones para empezar a regresar. Ello, dijo, porque si bien los trabajadores han hecho guardias y hay quienes acuden para cuestiones administrativas, la gran mayoría “no se han presentado a laborar”.
Sobre los trámites administrativos, si bien en las escuelas y facultades se habilitaron plataformas para atender las solicitudes de la comunidad, se han presentado retrasos para emitir constancias, títulos profesionales e incluso pagos.
Clara Peralta, egresada de la carrera de relaciones internacionales de la Facultad de Estudios Superiores Aragón, expuso que desde febrero de 2020 entregó sus documentos para tramitar su título profesional y fue hasta el 13 de octubre pasado que se lo entregaron en la Dirección General de Administración Escolar, proceso que antes de la pandemia tomaba pocos meses.