A pesar de una notoria baja en la frecuentación de las salas de cine en Francia por la crisis sanitaria del Covid-19, la producción fílmica de ese país pudo promover el año pasado 611 títulos (contra 869 un año antes), y entre las cintas más exitosas figuraron Retrato de una mujer en llamas (Céline Sciamma), Los miserables (Ladj Ly), Bella época (Nicolas Bedos), La verdad (Hirokazu Koreeda) y El acusado y el espía (Roman Polanski). Todas fueron exhibidas en México por la acción conjunta del organismo Unifrance y exhibidoras locales como Nueva Era Films, quienes también organizan cada año el Tour de Cine Francés que en esta edición celebra 25 años de presencia en México con siete estrenos de ficción que se proyectan simultáneamente, hasta mediados de noviembre, en 73 ciudades del país. Ha sido evidente en los pasados años la opción del Tour de favorecer películas de corte comercial (procurando mantener un sello de calidad), sobre títulos de cine de autor de cuya salida suelen ocuparse los festivales de cine. Cabe también suponer que la gran diversidad de públicos, a lo largo del país, y las expectativas y gustos de los mismos, han decidido en definitiva la inclinación del Tour por una curaduría más flexible y favorable a un cine de entretenimiento.
Entre los títulos relevantes que presenta el Tour esta año figura Mientras esté vivo ( De son vivant, 2021), de la realizadora y guionista Emanuelle Bercot, un drama sobre la fase terminal del cáncer de pancreas que padece el actor y profesor teatral Benjamin (Benoît Magimel), quien transita de la negación inicial del diagnóstico severo a una lúcida aceptación de su suerte mediante un lento ajuste de cuentas con un pasado que incluye tropiezos profesionales, un distanciamiento lamentable con su esposa y su hijo adolescente, y sobre todo la flaqueza emocional frente a Crystal, su madre dominadora, tardíamente comprensiva, que interpreta Catherine Deneuve. Algo notable es la manera en que la directora añade un toque de cine documental a esta ficción en la que un oncólogo reconocido, el hematólogo Gabriel Sara, interpreta el papel del médico que atiende a Benjamin. Por encima de las convenciones genéricas que supone un drama sobre reacomodos afectivos tardíos en vísperas de un desenlace fatal, la cinta presenta de modo convincente una relación médico-paciente en la que prevalece una empatía mutua e inclusive una carga de humor y desparpajo ante el final ineluctable. Todo lo opuesto a un intenso drama pesimista, por lo demás formidable, como Tiempo de vivir ( Le temps qui reste, François Ozon, 2005), interpretado por Melvil Poupaud y Jeanne Moreau.
En un registro distinto, El hombre del sótano ( L’homme de la cave, 2021), del realizador Philippe Le Guay, relata las desventuras de Simon Sandberg (Jérémie Renier), un joven judío, padre de familia, quien después de vender precipitadamente la bodega subterránea de su departamento a Jacques Fonzic (François Cluzet), un hombre misterioso, de apariencia afable, termina descubriendo que en realidad ha puesto en peligro la seguridad de todos sus seres cercanos. La presencia de ese inquilino incómodo, negacionista de los crímenes nazis, trastorna no sólo la tranquilidad de Simon al confrontarlo con el pasado de sus padres, víctimas del Holocausto, sino también la falsa armonía entre los demás inquilinos del edificio, algunos de los cuales revelan un inquietente prejuicio antisemita. La imposibilidad de desalojar legalmente al militante de extrema derecha, la tensión creciente entre Simon y sus familiares por la venta imprudente del inmueble, la perversidad del inquilino que atrae para sí simpatías insospechadas, todo lleva al joven agraviado judío a desarrollar la misma lógica de violencia que el agresor racista procura fomentar en él. Un juego de dominación y poder que funciona como metáfora y microcosmos de una sociedad francesa en la que aún persisten las crispaciones ideológicas y un clima de intolerancia xenófoba.
A estos dos títulos se añade otra propuesta atractiva: Delicioso ( Délicieux, Eric Bernard, 2021), una comedia sobre la gastronomía en vísperas de la revolución francesa o de cómo el gusto culinario pasó de ser el privilegio exclusivo de una corte aristocrática para volverse patrimonio y distinción cultural de toda una nación. El surgimiento del concepto novedoso de un restaurante a finales del siglo XVIII o la democratización de los placeres de la mesa. Todo un programa. Otros títulos en el Tour incluyen: Adiós, idiotas, comedia de Albert Dupontel; Caja negra, thriller de Yann Gozlan; Fantasías, de Stéphane y David Foenkinos, y la jocosa comedia absurda belga Mandíbulas, de Quentin Dupieux.
Sinopsis, horarios y sedes: tourdecinefrances.com