Construido en 90 por ciento con material reciclado de cascajo y residuos sólidos, ayer fue reabierto el parque Cuitláhuac, donde se renovó el cartódromo, se recuperaron los humedales y los lagos, se construyó una plaza multiusos y un campo de beisbol con una inversión de 434 millones de pesos.
Tras lanzar la primera bola, ataviada con la franela naranja con el número uno impreso de Los Gigantes de Iztapalapa, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, dedicó el nuevo estadio al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador: “Desde aquí un saludo, sabemos cómo le gusta este gran deporte”.
La mandataria aseguró que “queremos que se convierta en uno de los espacios deportivos más importantes de la ciudad y poniendo el beisbol como el primer deporte”; agregó que aun cuando casi la mitad de los primeros tres años que lleva su gestión se enfrentó la pandemia del Covid-19 no se dejaron de hacer las obras más importantes de la capital, como lo es la intervención en espacios públicos.
“En particular aquí, queremos que el parque Cuitláhuac se convierta en el Chapultepec del Oriente, en el parque más bonito del oriente de la ciudad.”
Sheinbaum realizó un maratónico recorrido a pie y en cuatrimoto por las distintas áreas, saludó y se tomó fotografías con quienes salían a su paso, inauguró el campo del llamado rey de los deportes acompañada por una pequeña comitiva, al tiempo que un grupo de invitados esperó bajo el sol en uno de los foros por más de tres horas para el acto protocolario de apertura formal del parque, a quienes se obsequió una gorra de cartón con el nombre del mismo.
La funcionaria enumeró las obras que se han realizado y están en proceso en esta alcaldía, entre ellas la construcción de la línea 2 del Cablebús, el trolebús elevado, un museo infantil y una preparatoria, entre otras, que suman en total una inversión de 15 mil millones de pesos, sin contar los programas sociales.
Por su parte, el secretario de Obras y Servicios, Jesús Esteva Medina, destacó que en la rehabilitación del parque se reciclaron un millón 100 mil toneladas de residuos de la construcción, 139 mil toneladas de material fresado, 19 mil 593 de plástico y 15 mil 550 toneladas de pet.
Con eso se logró estabilizar el suelo y se instalaron 31 mil 195 metros cuadrados de adoquín y bioblocks reciclables, los cuales contienen arena de cascajo de demolición, 65 por ciento de plásticos posconsumo y cemento mezclado con un aditivo especial. Asimismo, se utilizó madera plástica hecha de polietileno de alta densidad 100 por ciento reciclable.