Ciudad de México. Continúa con éxito de público y crítica la exposición Reflexiones del pintor Manuel Pujol Baladas, en el museo José Luis Cuevas, la cual fue inaugurada en septiembre, ocupando todas las salas del emblemático recinto, una distinción que se otorga en pocas ocasiones a un artista plástico.
Cabe recordar que a la inauguración de la muestra -realizada el 9 de septiembre-, acudieron decenas de asistentes, en un pletórico museo presidido por La Giganta, y en cuyas salas se de desgranaba el arte abstracto concebido de manera temática espacio a espacio.
El escritor y crítico José Angel Leyva público que "Manuel Pujol, ensambla telas estrujadas y empapadas en sustancias que cristalizan su gestualidad, el dramatismo a veces grave y muy a menudo leve, volátil, alegre, colorido, diurno".
En tres series tituladas “Luces y sombras”, y “Turner”, y “Cosmonautas”, el artista resuelve su retrospectiva.
De las dos primeras, Leyva comenta que a "ambas series las caracteriza el equilibrio y la libertad cromática, el juego perfectamente diseñado por su autor, que no se deja llevar por la euforia o la exaltación de la forma y el color. El pulso y la mesura ejercen un poder determinante. Podría decirse que Manuel Pujol agota su discurso cuando advierte que la efervescencia fija su punto más elevado, cuando el instante, como los fuegos de artificio, estalla en las alturas y deja su impronta; ignoramos su caída".
Por su parte, Pujol Baladas explica “Cosmonautas”, al decir que “es el resultado de la búsqueda de la música que se halla en el espacio, que los humanos no percibimos con los oídos, pero sí con el espíritu, conduciéndonos al sueño, a la imaginación, a la fantasía, que nos hace vivir y transportarnos a un futuro desconocido”.
La carrera de Pujol comenzó en España, asentándose en México en 1998, atraído por la diversidad de culturas que conforman la idiosincrasia nacional, y por el amor de una mujer reconocida por su belleza y talento. Luego de estudiar diseño gráfico en su país natal, fungió como publicista, creó una editorial y entre1987-1988 efectuó la edición de litografías para el premio literario “La Sonrisa Vertical” de Editorial Tusquets.
Sus grabados fueron expuestos en Estados Unidos y España, realizando la Suite Olímpica “Homenaje a las Subsedes Olímpicas Barcelona 92”, presentada en los Museos Olímpicos de Barcelona y Laussanne, en 1992.
Con una obra inscrita en el arte abstracto, Pujol Baladas describe la segunda parte de la exposición: “Luces y sombras”, como “una serie dedicada a estos momentos que estamos pasando aún, a esta pandemia, a este tener que encerrarnos, pero que nos lleva a abrirnos hacia nosotros mismos, a abrir estas cajitas que habíamos cerrado tanto tiempo, dándole más importancia al envoltorio que a su interior, un interior que abandonamos. Esto nos ha servido para ser mejores seres humanos con la ilusión de seguir creciendo”.
La obra de Manuel Pujol que se presenta en el Museo José Luis cuevas, es de gran formato y echa mano de diversos materiales, como el cartón, las texturas del óleo, las arenas, para conformar un universo que establece un diálogo abierto con los espectadores de su obra.
El artista ha presentado casi 60 exposiciones en museos europeos y americanos. En México ha expuesto El color de la música de Rodolfo Halffter, en la Galería Pecanins; Opus en color, en el Museo de Antropología de Xalapa y De la carne a la pasión, en el Polyforum Cultural Siqueiros, entre muchas otras.