Con la publicación ayer en el Diario Oficial de la Federación del decreto con que se prohíbe la fabricación, importación y comercialización de cosméticos que para su elaboración se haya recurrido a pruebas en animales, se inicia un plazo de dos años para que las empresas del ramo cumplan con la norma.
La regulación es un avance ya que a escala mundial se usan hasta 500 mil animales que, además de ser expuestos a pruebas crueles e impopulares, terminan siendo sacrificados, indicó el director ejecutivo de la asociación Humane Society International, Anton Aguilar.
“Es una práctica en que se hacen pruebas de aplicación de los productos, casi siempre en roedores, conejos o cuyos, y se les irrita deliberadamente la piel o los ojos, la mayoría de las veces sin usar analgésicos, de una manera reiterada, y después se les sacrifica”, explicó.
Agregó que diversas organizaciones han hecho listados de hasta 300 marcas globales que experimentan con animales, ya que además, en Estados Unidos y Canadá se sigue permitiendo esta práctica.
Si bien falta que la dependencia federal emita una norma secundaria en que se detalle la forma de inspección y el procedimiento para las sanciones, en la modificación legal avalada en septiembre por el Congreso de la Unión se establecen excepciones.
Por ejemplo, cuando sea requisito para exportar un producto. También, cuando un ingrediente deba someterse a pruebas de seguridad, y no existan los métodos alternativos validados por la comunidad científica internacional o alguna disposición sanitaria relativa y aplicable.
La adecuación a la Ley General de Salud prohíbe dichos productos “cuando en su formulación final medien o hayan mediado pruebas en animales”, así como los casos en los que “contengan ingredientes o combinaciones de éstos que sean o hayan sido objeto de pruebas en animales”
Además, establece sanciones de hasta 20 mil veces la unidad de medida y actualización, es decir, 1.7 millones de pesos de acuerdo con el valor asignado para 2021.