La ciencia y las comunidades científicas, “honestas y comprometidas” en su mayoría, son imprescindibles en el país y para el futuro de la humanidad, sostuvo la directora del Conacyt, María Elena Álvarez-Buylla, al participar en la presentación de los primeros resultados de los estudios sobre el estado ambiental del Golfo de México, realizados para conocer su condición ante eventuales derrames petroleros.
Luego de que el país no pudo probar los daños ocasionados por el derrame en esas aguas de la empresa British Petroleum en 2010, por lo cual no obtuvo ninguna indemnización, se estableció el Consorcio de Investigación del Golfo de México (Cigom), con decenas de expertos de distintas instituciones para definir las especies que existen, la conectividad y el estado de los ecosistemas en la región, indicaron expertos en la presentación de los primeros resultados, integrados en tres tomos de la colección Regiones, especies y ecosistemas vulnerables.
Álvarez-Buylla anunció que ante la importancia de los recursos marinos, es necesario desarrollar herramientas para la atención de los problemas ambientales, por lo cual se comprometió a fortalecer el Observatorio Multisectorial, “que compromete el quehacer humanístico y de innovación, así como de las secretarías con atribución y responsabilidad con actos de autoridad, en lo que pasa en el Golfo de México. Habrá que establecer mesas de trabajo para hacer realidad la propuesta”.
Fabián Vázquez Romaña, especialista en operaciones costa afuera y atención de emergencias petroleras de Pemex, recordó que en 1979 ocurrió el derrame del pozo Ixtoc 1, que vertió 560 millones de litros de crudo al Golfo de México y duró nueve meses, mientras el de 2010 de British Petroleum duró 122 días. Apuntó que entre 1975 y 2017, al menos 10 derrames superiores a los 10 mil barriles ocurrieron en el mundo.
Destacó que tras el accidente de British Petroleum en el Golfo de México, catalogado como el peor desastre petrolero, se hicieron esfuerzos legales para resarcir los daños medioambientales, pero el país no lo logró porque no tenía cómo comparar las condiciones anteriores al derrame. Este es uno de los logros de la obra, ya que sienta una base de cómo está esa región, ante un percance de gran escala.
El Cigom surgió a petición de Pemex y comenzó a trabajar en 2015; hace un mes concluyó su tarea, pero los resultados se presentarán próximamente. Entre los hallazgos reporta que hay 15 mil especies conocidas, pero muchas más desconocidas, de las cuales muchas son endémicas, es una riqueza biológica que sostiene actividades productivas de millones de dólares, dijo Francisco Xavier Chiappa, de la Escuela Nacional de Estudios Superiores de la UNAM en Mérida.