En lo que va del año la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ha perdido más de 400 mil millones de pesos por el esquema al cual fue obligada a operar después de la reforma energética impulsada en el sexenio de Enrique Peña Nieto, dijo Rocío Nahle García, titular de la Secretaría de Energía (Sener).
Al participar en un foro sobre energía en Veracruz, la funcionaria explicó que la compañía estatal ha desembolsado 223 mil millones de pesos para pagar a firmas privadas la electricidad que generan, mientras otros 200 mil millones de pesos son las pérdidas que tiene la CFE por tener detenidas las centrales de generación. Señaló que la reforma de 2013 “se hizo mal”, pues se hicieron cambios bruscos y en el mercado eléctrico hubo “un desbalance energético terrible” al abrir la participación a privados.
Recordó que por ley la CFE fue dividida en unidades de negocio, las cuales no podían tener comunicación y ello causó situaciones “absurdas”, como no poder prestarse equipos o materiales entre centrales hidroeléctricas. Subrayó que esto se hizo de esa manera “para debilitar a la CFE”.
Apuntó que desde que se inició la actual administración, Manuel Bartlett Díaz, director general de la empresa estatal, ha intentado arreglar el desorden, pero es una labor complicada.
Señaló que un análisis determinó que en todos los contratos la CFE perdía, por lo que una de las primeras acciones fue la renegociación de convenios para comprar gas natural, que resultaban ventajosos para los privados.
Apuntó que se pudo reducir el costo de los pactos, los cuales obligaban a adquirir grandes volúmenes de gas natural para 14 centrales de generación que nunca se realizaron.
Comentó que también existe desorden porque los parque eólicos y fotovoltaicos se construyeron en cualquier lado, por lo que cada que “pasa una nube” dejan de producir y salen del sistema nacional eléctrico, lo que obliga a CFE a entrar como respaldo, sin que ello resulte en un pago a la estatal.
Sostuvo que es preciso que la reforma eléctrica sea aprobada porque de lo contrario sucederá lo que ahora ocurre en España, donde los privados se hacen cargo del mercado.
Destacó que para las firmas privadas el sector eléctrico de México es buen negocio, pues representa 10 por ciento del PIB.
La funcionaria subrayó que el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), que fue sacado de CFE tras la reforma energética, tiene alertas en el sistema todos los días, situación que ha ido incrementando por causa de las energías intermitentes.
Por eso, comentó, es necesario que se cambien el orden de la energía que se distribuye a través de la red nacional de transmisión.
“No es un reforma extremista, es una reforma justa”, dijo, pues 54 por ciento de la electricidad será de la CFE y 46 por ciento de privados, pues actualmente más de 60 por ciento es energía de las empresas privadas. Reiteró que con las modificaciones a los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución se garantiza que las tarifas eléctricas estarán por debajo de la inflación.