Brest, Francia. Un mensaje para sus abuelos durante el Tour de Francia podría costarle caro. La Fiscalía pidió cuatro meses de prisión con suspensión de pena para una mujer que en ju-nio provocó una multitudinaria caída de ciclistas en esta emblemática competición. El veredicto se co-nocerá el 9 de diciembre.
Durante el juicio celebrado ayer en Brest (oeste), la mujer reconoció “la peligrosidad de su compor-tamiento” y “dio muestras de arrepentimiento”. La joven desempleada, juzgada por “poner en peligro a otras personas” y por “lesiones involuntarias” que provocaron una incapacidad laboral “no superior a tres meses”, rehuyó la prensa a su llegada al tribunal.
Su abogado Julian Bradmetz, quien pidió en vano la celebración del juicio a puerta cerrada, la describió como una persona “frágil desde hace muchos años”, la cual “se ha incrementado hasta el punto que mi clienta hoy vive un infierno”.
La CPA, única asociación de corredores reconocida por la Unión Ciclista Internacional (UCI), había pedido un euro simbólico a la mu-jer para concientizar sobre la adopción de “actitudes responsables y respetuosas con los corredores”.
La carrera del pasado 26 de junio discurría entonces por Sizun, localidad situada a 45 kilómetros de la meta de la primera etapa, cuan-do varios ciclistas no pudieron esquivar a la mujer y su pancarta.
Su mensaje dio la vuelta al mundo, pero las consecuencias fueron graves para el numeroso pelotón.
“Esta señora cometió un gran error que podría haber tenido consecuencias aún mayores, pero no es una terrorista”, dijo el director del Tour, Christian Prudhomme, durante la presentación de las etapas de 2022.
La 108 edición del próximo año saldrá el 1º de julio de Copenhague, Dinamarca, y tendrá el cierre en la meta tradicional de los Campos Elíseos el 24 de ese mes, coincidiendo con la largada de las mujeres, que regresan tras 12 años de ausencia, que partirán de la Torre Eiffel, con una llegada final siete días más tarde en la Planche des Belles Filles.