El dictamen técnico final elaborado por la empresa noruega DNV (Det Norske Veritas), contratada por el Gobierno de la Ciudad de México, determinó que el colapso de una trabe en la interestación Olivos-Tezonco se debió al pandeo de las vigas norte y sur por la falta de pernos funcionales en una longitud significativa, lo que causó que parte del tramo elevado perdiera su estructura compuesta.
La distorsión del marco transversal central y la iniciación y propagación de grietas de fatiga que redujeron aún más la capacidad de la estructura para soportar la carga fueron otras de las causas, indicó.
Así como deficiencias en las vigas, como una deflexión descendente significativa en la norte y la T-6, que alcanzó, en el primer caso, 7.6 centímetros, la cual no era detectable en una inspección visual simple.
La presencia de soldaduras deficientes, faltantes y mal colocadas, y estructuras de acero que contenían fracturas, son otras de las causas que identificaron los expertos de la empresa, con las que coincidió el peritaje elaborado por la Fiscalía General de Justicia capitalina.