Durante su participación en el Congreso Internacional de Estudios Electorales, el consejero Jaime Rivera sostuvo que de cara a las elecciones de 2024 en México, se promueve una reforma comicial que puede revertir avances logrados en los últimos 30 años, en el contexto de polarización y hostilidad hacia la autoridad electoral.
Lo anterior, dijo, independientemente de que se requiere ajustar algunos procedimientos demasiado complejos.
El consejero del Instituto Nacional Electoral (INE) admitió que algunos procedimientos en la organización de los comicios podrían simplificarse, pero consideró que el entorno en que se está auspiciando una reforma es poco propicio para alcanzar consensos. A ello contribuye una clase política “alérgica a los matices y posiciones intermedias o gradualistas, y el diálogo y entendimiento se vuelven todavía más complicados”, por lo que se pronunció por abrir espacios que permitan una discusión informada con la finalidad de generar consensos.
Hizo un recuento de las reformas electorales en México durante los últimos 30 años y subrayó que a diferencia de pasadas modificaciones promovidas por los partidos de oposición, inconformes con algunos aspectos de los comicios, en esta ocasión se impulsan desde el Ejecutivo. “Es un caso atípico que hace pensar, pero sin duda también hay aspectos que bien pueden revisarse y mejorar”. Para el consejero, “cuando se habla de desaparecer el INE o convertirlo en un organismo que en la práctica estuviera subordinado a un partido o al gobierno, significa un retroceso de más de 30 años en la vida electoral de México, y eso debería considerarse inadmisible”.
Mencionó que uno de los temas que más llama la atención es el relacionado con el financiamiento público a los partidos. Estimó que si se quiere reducir el monto de dicho financiamiento, debería ser gradual para no generar desequilibrios financieros en los institutos políticos.