Texas. El actor canadiense William Shatner, famoso por encarnar al capitán Kirk en la saga Star Trek, es el hombre de más edad en llegar al espacio, a sus 90 años.
Shatner y otros tres compañeros de tripulación viajaron al espacio en la nave New Shepard NS-18, desarrollada por la compañía Blue Origin, del multimillonario Jeff Bezos, que cuenta ahora con dos misiones de este tipo.
Junto con el actor también estuvieron Chris Boshuizen, cofundador de la compañía de satélites Planet Labs; el ejecutivo de software Glen de Vries, de la plataforma de investigación sanitaria Medidata Solutions, y Audrey Powers, vicepresidente de operaciones de vuelo y misión de Blue Origin.
Shatner, uno de los personajes más reconocibles de la ciencia ficción, se convirtió ayer en un viajero espacial de la vida real en la segunda misión tripulada de Blue Origin, que consideró una de las experiencias más profundas de su vida.
Paseo de 11 minutos
“Fue increíble”, expresó el actor canadiense, que se emocionó hasta las lágrimas tras pasar 11 minutos en el espacio.
El cohete New Shepard despegó a las 14:49 horas GMT, tras una demora de dos días, elevándose a 106 kilómetros por encima del nivel del mar.
Jeff Bezos saludó a los tripulantes cuando salían de la cápsula y recibían una lluvia de aplausos y champaña.
Como los casi 600 astronautas que viajaron antes que él, Shatner se maravilló de la experiencia de sentir la ingravidez y la impresionante vista de la Tierra desde el espacio.
“Me has dado la experiencia más profunda que pueda imaginar. Estoy muy emocionado por lo que acaba de pasar”, le comentó a Bezos, conmovido hasta las lágrimas.
“Lo que ves abajo es la madre Tierra, y necesita ser protegida”, declaró más tarde a periodistas.
La misión reprodujo el vuelo inaugural de Blue Origin en julio, que incluyó a Bezos y fue visto como un momento decisivo para el incipiente sector del turismo espacial. Esta vez la atención se centró en Shatner.
Los viajes intergalácticos del Enterprise, la nave de Star Trek comandada por el personaje interpretado por Shatner, motivaron a los estadunidenses a poner atención en las estrellas, mientras la NASA desarrollaba su programa espacial en los años 60.
“El capitán Kirk (...) representa, quizá más que nadie, ‘la última frontera’ para varias generaciones, en Estados Unidos y en el mundo”, señaló a Afp el guionista e historiador de la serie, Marc Cushman.
Shatner ha dicho que llegó a tener una relación a veces difícil con el fanatismo cultural que generó Star Trek.
Sin embargo, en los años recientes, el actor se ha dado por vencido ante la fama que causó su papel más famoso.
“Estoy abrumado por la respuesta”, contestó Shatner a una pregunta de Afp sobre el efusivo respaldo que ha recibido de los fanáticos y de la comunidad espacial desde que la misión fue anunciada.
Para Blue Origin, mientras tanto, la segunda misión en menos de tres meses fue un paso más en su intento de consolidarse como líder en turismo espacial.
Boshuizen y Vries aumentaron a tres el número de personas que pagaron por viajar, después del adolescente holandés Oliver Daemen, que estuvo en el primer vuelo.
La competencia en el turismo espacial está creciendo.
Virgin Galactic, que ofrece una experiencia similar de unos minutos de ingravidez y la vista de la Tierra desde el cosmos, lanzó una nave con su fundador Richard Branson en julio, unos días antes que Bezos.
En septiembre, SpaceX envió a cuatro personas en un viaje de tres días alrededor del planeta, un esfuerzo mucho más ambicioso, pero también probablemente mucho más oneroso.
Para gran cantidad de entusiastas del espacio, el viaje de Shatner fue la cereza del pastel para un fenómeno de la cultura pop que inspiró a generaciones de astronautas, científicos e ingenieros.
Star Trek tuvo una larga vinculación con la NASA, cuyos científicos recibieron los primeros guiones para verificar su precisión, según Cushman, el escritor.
“Esos científicos, así como casi todos en las agencias espaciales, eran ávidos observadores de Star Trek y entendieron bien que la popularidad de la serie ayudó a despertar un creciente interés y financiamiento para el programa espacial”, sostuvo.
Uno de sus megafanáticos es Jeff Bezos, fundador de Amazon. Incluso publicó en Instagram una obra de arte que hizo a los nueve años y que incluía un instrumento de comunicación que influyó en el diseño de un teléfono plegable décadas después.
Bezos ha dicho que Alexa, el asistente de voz de Amazon, está inspirado en la computadora conversacional de Enterprise. Además, hizo una fugaz aparición en la película Star Trek Beyond, de 2016.