Seúl y Pekín. La exitosa serie surcoreana El juego del calamar se convirtió, de forma oficial, en el mejor lanzamiento de una producción original de Netflix, dijo el miércoles este servicio de streaming. La serie –representación crítica y metafórica de la democracia contemporánea de nueve capítulos– en la que concursantes con problemas de efectivo participan en juegos infantiles con consecuencias mortales en un intento por ganar 45 mil 600 millones de wones (38 millones de dólares), se ha convertido en una sensación mundial para Netflix desde su lanzamiento, hace menos de un mes.
La distopía ha inspirado innumerables memes, disfraces de Halloween con los monos verdes que usan los concursantes y recreaciones en el mundo real de los diferentes juegos. También abrió un debate dentro de Corea del Sur sobre sociedades competitivas tóxicas y generó un nuevo interés en la cultura y el idioma del país en todo el mundo.
“¡El Juego del Calamar alcanzó, de forma oficial, 111 millones de seguidores, lo que lo convierte en el mejor lanzamiento de una serie nuestra de todos los tiempos!”, publicó Netflix en Twitter.
La serie logró esa cifra en sólo 27 días desde su lanzamiento, el 17 de septiembre, superando a la serie británica de época Bridgerton, que fue vista por 82 millones de cuentas en sus primeros 28 días.
Netflix brinda información limitada sobre las cifras de visualización en su plataforma y recorta los datos que proporciona de varias maneras. Las cifras de debut de 28 días que publicó para Bridgerton y otros programas incluyeron cualquier cuenta que examinó un episodio durante al menos dos minutos.
El copresidente ejecutivo y director de contenido de Netflix, Ted Sarandos, dijo en una conferencia tecnológica en California el mes pasado que la firma está sorprendida por la popularidad alcanzada por El juego del calamar.
Capitalismo y corrupción
En tanto, un sitio web de propaganda de Corea del Norte expresó que el éxito internacional de esa serie televisiva expone la realidad de la cultura capitalista de Corea del Sur, donde “la corrupción y los sinvergüenzas inmorales son algo común”.
Arirang Meari citó a críticos de cine surcoreanos anónimos diciendo que El juego del calamar muestra una “sociedad desigual donde las personas sin dinero son tratadas como piezas de ajedrez por los ricos”.
Agrega: “Se dice que hace que la gente se dé cuenta de la triste realidad de la bestial sociedad surcoreana, en la que los seres humanos se ven empujados a una competencia extrema y su humanidad está siendo aniquilada”, indicó el artículo.
Corea del Norte impone multas severas o penas de cárcel para cualquiera que sea sorprendido disfrutando de los productos de entretenimiento surcoreanos o copiando la forma en que hablan.
En China, aunque no está disponible la serie, que difícilmente conseguirá la aprobación de los censores, causa furor por su violento contenido. Numerosos seguidores esquivan los controles para descargarla ilegalmente y se lanzan a comprar productos vinculados, en ciudades como Shanghai, donde una multitud se aglomera diariamente en una tienda que vende dalgona, golosina que apareció en la serie.
“Nuestro cálculo es que El juego del calamar, que está obteniendo popularidad global, está siendo distribuida ilegalmente en unas 60 páginas de China”, dijo el embajador de Corea del Sur en aquel país.