En el Día Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres, que se conmemora hoy, investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) reconocieron que es necesario salir de la academia para que sus estudios en la materia puedan llegar a los tomadores de decisiones y gobierno, ya que hasta ahora son pocos los que realmente logran tener un impacto.
En el conversatorio La investigación sobre riesgos socioambientales en la UNAM, también reprocharon que las autoridades los convoquen sobre todo cuando una emergencia ya está en curso.
José Luis Macías, director del Instituto de Geofísica, señaló que en diferente medida se ha adolecido “de bajar todos nuestros conocimientos y estudios a las autoridades involucradas y a la sociedad para incidir de manera local con el fin de que ellos conozca los peligros y su vulnerabilidad y tomen las acciones necesarias para solventarlos de la mejor manera posible”, así mismo para que los incorporen en las actualizaciones de sus Atlas de riesgo, “que en general han quedado rezagados”.
Por su parte, Lucia Capra, directora del Centro de Geociencias, señaló que en los últimos años “siempre nos llaman por parte de las autoridades de protección civil en el momento de la emergencia, entonces hay un apoyo increíble en juntar a la comunidad, discutir sobre el tema, promesas de recursos, se preparan propuestas, se somete a solicitudes, pero después disminuye la emergencia y cae en el olvido”.
En este sentido, llamó a trabajar en la prevención, “en tratar de hacer entender que no estamos solamente para resolver problemas en el momento que surgen sino en trabajar en diferentes escenarios a mediano y largo plazo para que se pueda hacer realmente lo que se requiere para una gestión integral del riesgo”.
Francisco Estrada, coordinador del Programa de Investigación en Cambio Climático, mencionó que uno de los retos es lograr generar esfuerzos de largo aliento en temas relacionados con los problemas socioambientales y el riesgo, tanto en investigadores como en autoridades de gobierno.