Londres. El gobierno de Reino Unido está en camino de una colisión diplomática con Bruselas, luego de que el ministro del Brexit, David Frost, advirtió ayer que sería “un error histórico” que el bloque no rescriba partes clave del acuerdo.
Al acusar a la Unión Europea (UE) de ser “irrespetuosa” con Gran Bretaña, Frost exigió a los líderes terminar con el protocolo de Irlanda del Norte, que él y el premier Boris Johnson negociaron hace dos años, y remplazarlo por un nuevo tratado.
Frost presentó ayer en Lisboa una versión muy modificada del protocolo norirlandés pos-Brexit con menos controles aduaneros y un arbitraje internacional.
La UE no se pronunció sobre las declaraciones de Frost, y se espera que revele hoy su propuesta para arreglar la situación de Irlanda del Norte, que Bruselas afirma será “de gran alcance”.
El nuevo protocolo permitiría la circulación, casi libre, de mercancías entre Irlanda del Norte, que sigue formando parte del mercado único europeo, para evitar una frontera con Irlanda, y el resto de Reino Unido, explicó Frost.
La versión, propuesta por Londres, también incorpora un tribunal de arbitraje internacional para resolver los diferendos comerciales en lugar del Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
El punto más conflictivo de la larga y complicada negociación del Brexit fue cómo evitar reinstaurar una frontera entre Irlanda del Norte y la vecina República de Irlanda, país miembro de la UE.
Para ello, Londres y Bruselas acordaron el “protocolo norirlandés”, en vigor desde el 1º de enero, que impone en su lugar controles aduaneros entre esa región y el resto de Reino Unido.
El ministro sugirió que el gobierno estaba preparado para ejecutar el Artículo 16 del protocolo de Irlanda del Norte –el cual permite a cualquiera de las partes anular grandes apartados del acuerdo– si un cambio fundamental no puede ser alcanzado.
“La Unión Europea y nosotros nos hemos metido en una relación de bajo equilibrio, algo quebradiza”, afirmó Frost. “Arreglar el serio problema que tenemos en el protocolo de Irlanda del Norte es un requisito para llegar a un mejor lugar”, añadió. “Para la UE decir ahora que el protocolo alcanzado bajo extrema prisa en un tiempo de incertidumbre no puede ser mejorado, cuando es evidente que está causando muchos problemas, sería un error de juicio significativo”, afirmó Frost.
El protocolo existente ha creado barreras al comercio a través del Mar de Irlanda, lo que ha provocado la escasez de algunos bienes suministrados desde Gran Bretaña.
Reino Unido se niega a cumplir las salvaguardas previstas en el acuerdo del Brexit en lo que afecta al control de mercancías de Gran Bretaña a Irlanda del Norte, a pesar de que fue condición acordada con la UE para evitar una frontera que dañara los Acuerdos de Paz de Viernes Santo.
En defensa del Brexit, Frost afirmó que “el sugerir que hay algo equivocado en que la gente decida las cosas por sí misma es algo irrespetuoso para los británicos y nuestra democracia”.
Alistair Carmichael, liberal demócrata de Asuntos Interiores y portavoz de Irlanda del Norte, calificó la aproximación del gobierno de “farsa mal escrita”. “El mismo ministro que hace algunos meses estaba pregonando el chapucero tratado del Brexit, ahora dice que es inaceptable y que debe cambiarse”.
En otro orden, el premier polaco, Mateusz Morawiecki, aclaró que Polonia no tiene ningún deseo de salir de la UE, al acusar ayer a los políticos de la oposición de difundir lo que dijo que eran mentiras sobre un posible Polexit.
Los comentarios surgieron después de que el Tribunal Constitucional polaco dictaminó la semana pasada que partes de la legislación de la UE son incompatibles con la Constitución del país, socavando un principio clave de la integración europea y alimentando el discurso de que Polonia algún día podría abandonar un bloque que ayudó a impulsar su desarrollo económico.
El dictamen fue publicado en el boletín oficial ayer, lo que lo hace legalmente vinculante.
Más de 100 mil polacos participaron en manifestaciones el domingo en apoyo de la permanencia en la UE.