Salem. Un condado del sur de Oregon dice estar tan abrumado por el aumento en el número y tamaño de las granjas ilegales de mariguana que declaró un estado de emergencia este miércoles, solicitando ayuda de la gobernadora y la legislatura estatal.
La Junta de Comisionados del condado Jackson indicó que la policía y las autoridades reguladoras del condado y el estado, así como los inspectores de infracciones, se han visto rebasados, y advirtió de una “inminente amenaza a la salud pública y la seguridad de nuestros ciudadanos debido a la producción ilegal de cannabis en nuestro condado”.
Los cultivos ilegales de mariguana han sido un problema persistente en el oeste, incluso en estados que la han legalizado, como California. Sin embargo, la gigantesca sequía en el oeste ha hecho urgente atenderlo, porque los cultivadores ilegales que roban el agua privan a los usuarios legales, como los agricultores y propietarios de casas, de un recurso cada vez más valioso.
“El condado Jackson solicita encarecidamente su asistencia para enfrentar esta emergencia”, manifestaron los comisionados en una carta dirigida a la gobernadora Kate Brown, el presidente del Senado estatal, Peter Cortney, y la presidenta de la Cámara de Representantes local, Tina Kotek.
Sólo cuatro empleados de tiempo completo del Departamento de Recursos del Agua de Oregon atienden las quejas y además asumen todas sus obligaciones adicionales en el condado Jackson y el vecino condado Josephine, según los comisionados.
El condado Josephine también se ha visto perjudicado por los cultivos ilegales, cuyos propietarios han extraído agua de arroyos y del subsuelo. El sheriff del condado Josephine, Dave Daniel, cree que hay cientos de granjas ilegales tan sólo en su condado. La policía allanó una con 72 mil plantas de mariguana que extraía agua del río Illinois después de que una persona moribunda que ahí laboraba fue dejada en un pueblo cercano.
Los electores de Oregon legalizaron la producción, procesamiento, venta y consumo recreativo de la mariguana en una propuesta incluida en las papeletas en 2014. Los negocios de cannabis deben estar registrados ante el estado, que se encarga de hacer respetar las normas.
Pero algunos de los que la cultivan y procesan permanecen fuera de la ley, así como un flujo reciente de personas que acuden a los condados Jackson y Josephine y que intentan obtener grandes ganancias por medio de su venta en el mercado negro fuera de Oregon, al tiempo que evaden los impuestos y las normas estatales.