La Paz., Miles de partidarios del gobierno de Bolivia se manifestaron ayer en apoyo del presidente Luis Arce, quien llamó a defender su gestión en las calles contra los afanes “golpistas” de la derecha.
Las movilizaciones fueron convocadas en defensa del gobierno de Arce, que acusan los oficialistas es blanco de planes desestabilizadores, y para reivindicar la whipala, bandera indígena que fue objeto de vejaciones en un acto público del gobierno derechista de la región de Santa Cruz.
A un mes de cumplir un año en el poder, Arce asistió a actos masivos en Cochabamba, La Paz y Santa Cruz. Al cierre de esta edición no había reportes de lo sucedido en esta última provincia.
En Cochabamba y La Paz, el mandatario acusó a la derecha política de no querer respetar su triunfo en las elecciones del año pasado, cuando ganó con 55 por ciento de los votos.
“Si no quieren respetar las urnas, nos vamos a hacer respetar en las calles”, advirtió el mandatario, en un fervoroso discurso.
Pidió unidad a sus seguidores después de reconocer que hay intentos de división.
En Cochabamba, el depuesto presidente Evo Morales salió a marchar en respaldo a Arce. “Hermano Lucho (Luis), no estás solo”, coreó Morales en ese acto, en el cual también participó Arce, quien señaló: “Ellos (la oposición) dicen que quieren defender la democracia, y hoy se niegan a respetar el voto popular... por eso estamos aquí para demostrar nuestra mayoría”.
En Oruro también se llevó a cabo una marcha a favor del mandatario.
Arce reiteró antier que la oposición busca “crear las condiciones para otro golpe de Estado”, en referencia a la convulsión de 2019 que acabó en la renuncia de Evo Morales, obligado por la cúpula militar.
En la mayoría de las ciudades, los militantes del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) caminaron por calles y avenidas y se concentraron en las plazas céntricas de las capitales regionales para mostrar su fuerza política.
Los actos oficialistas ocurrieron un día después de que la oposición se manifestó contra el gobierno con marchas y bloqueos en las principales ciudades del país, en un paro que fue calificado de fracaso por Morales, y en una jornada que de acuerdo con el gobierno transcurrió con normalidad.
Los opositores acusan a Arce de impulsar juicios políticos contra líderes de oposición, con el argumento del golpe de Estado, y de buscar una draconiana ley en el Parlamento contra la legitimación de ganancias ilícitas y el financiamiento a presuntos grupos terroristas.
En tanto, la Federación de Comunidades Interculturales de La Paz llamó al gobernador de Santa Cruz, Luis Alberto Camacho, uno de los principales promotores del golpe contra Morales, a “responder por las matanzas de 2019” en Bolivia.
El llamado de Contreras para que Camacho responda ante la justicia aludió a las masacres de noviembre de 2019 y a los actos de corrupción cometidos hasta 2020 durante el gobierno de facto.
La represión policial apoyada por el actual gobernador cruceño frente a las protestas favorables a Evo Morales causaron entonces 38 muertos, 800 heridos y mil detenidos, torturados o perseguidos por oponerse al régimen golpista de Jeanine Áñez.