Los banqueros centrales de Estados Unidos señalaron que podrían empezar a reducir el apoyo que dieron a la economía durante la crisis, pero siguen divididos sobre el grado de amenaza que supone la inflación y la rapidez con la que podrían tener que subir las tasas de interés, según las actas de su reunión de política monetaria del 21 y 22 de septiembre.
"En la reunión no se tomó ninguna decisión sobre la moderación de las compras de activos, pero los participantes consideraron en general que, siempre que la recuperación económica se mantendrá en la senda correcta, sería apropiado un proceso de reducción gradual que concluya a mediados del próximo año", según las minutas publicadas este miércoles.
Los responsables de la política monetaria debatieron la reducción de las compras de bonos del Tesoro en 10 mil millones de dólares al mes y de los valores respaldados por hipotecas en 5 mil millones de dólares al mes, según las actas, pero "varios" preferían recortes más rápidos.
Si la decisión de empezar a reducir las compras tiene lugar en la reunión de política monetaria del 2 y 3 de noviembre, según las actas, el proceso podría comenzar a mediados del mes o a mitad de diciembre.