La reforma eléctrica que se discute en México puede inhibir la inversión privada al aumentar la incertidumbre sobre las políticas de gobierno, consideró Gita Gopinath, directora del Departamento de Estudios del Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Hemos visto un retroceso en las reformas energéticas desde hace un par de años y eso ciertamente incrementa la incertidumbre y puede inhibir la inversión privada en el sector”, dijo en conferencia de prensa. Agregó que cualquier modificación debería enfocarse en proveer un servicio de manera eficiente, accesible y sostenible con el medio ambiente.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, presentó una reforma que busca asegurar que la Comisión Federal de Electricidad genere 54 por ciento de la electricidad que se consume en el país y el resto quede en privados, además también se contempla que en el Estado quede la explotación de litio.
Las declaraciones de Gopinath se dieron en el marco de la presentación de las Perspectivas Económicas Mundiales (WEO, por sus siglas en inglés). En ese informe, el FMI redujo los estimados de crecimiento para México, de este y el siguiente año. Para 2021 prevé que la economía avance 6.2 por ciento, por debajo de 6.3 pronosticado en julio, y para 2022 que lo haga en 4 por ciento, también menor a 4.2 por ciento publicado tres meses atrás.
Luego de los avances que habían tenido los estimados del organismo para la economía mexicana, impulsados por la recuperación de Estados Unidos, ahora van a la baja y se encuentran por debajo de lo calculado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, que contempla un crecimiento de 6.3 por ciento en 2021 y de 4.1 el próximo año.
Pese a las reducciones, Gopinath dijo que el país ya no está avanzando a dos velocidades, como en la primera mitad del año –cuando el crecimiento se concentró en las exportaciones y en el sector manufacturero–, ahora también se ven mejores resultados en los servicios. “Es una buena señal de que la recuperación es mucho más amplia”, consideró.
En el WEO se advierte que la inflación se disparará a 5.4 por ciento al cierre de 2021, su mayor nivel en cuatro años. Para 2022 se prevé que desacelere a 3.8 por ciento y que en 2026 cierre en la media del rango objetivo del Banco de México.
Durante la presentación, Gopinath subrayó que la recuperación mundial continúa, pero su impulso se ha debilitado por la variante delta de la Covid-19, que impide un regreso completo a la normalidad. Mientras, se mantiene la “gran brecha de las vacunas”: más de 60 por ciento de la población de las economías de ingreso alto está completamente vacunada y en el opuesto se encuentran los países de ingreso bajo, donde 96 por ciento de sus habitantes sigue sin recibir al menos una dosis.
El FMI estima que la economía mundial crezca 5.9 por ciento en 2021, por debajo del 6 por ciento publicado hace tres meses.
Para América Latina, el organismo calcula un crecimiento de 6.3 para 2021, por arriba del 5.8 por ciento publicado en julio, y para el año siguiente, apunta a que el avance sea de 3 por ciento, menor a 3.2 pronosticado anteriormente. En cuanto a Estados Unidos –el principal socio comercial de México– el estimado cayó de 7 a 6 por ciento para 2021; y aumentó de 4.9 a 5.2 por ciento para 2022.