La Secretaría de Hacienda y Crédito Público está al pendiente de las reacciones que genere en el mercado y las calificadoras de riesgo la reforma eléctrica propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador, pero también busca que ésta atienda a las reglas del mercado, declaró su titular, Rogelio Ramírez de la O.
“Déjenme enfatizar, estamos muy atentos a ambos, a las reacciones de las calificadoras de riesgo y nos estamos asegurando al doble que tenemos un modelo consistente con las reglas del mercado”, dijo a pregunta expresa, durante un panel convocado por Atlantic Council.
La semana pasada, la calificadora de riesgo Moody’s consideró que la reforma presentada por el Presidente puede aumentar los riesgos crediticios para el sector eléctrico en México y el precio a los consumidores.
Ramírez de la O, quien se encuentra en Washington para atender a las reuniones anuales del FMI y el Banco Mundial, detalló que la reforma es parte del muro que puso el presidente López Obrador “a una práctica de larga data, el de las concesiones públicas y las políticas diseñadas, por lo general, en favor de grupos económicos selectos”.
El secretario de Hacienda recalcó que “esta forma de capitalismo concesionario también ha ocurrido en el sector energético y ha lastimado a México, trabaja en detrimento de las finanzas públicas a largo plazo”.
Consideró que la reforma –la cual debe ser aprobada por ambas cámaras del Congreso– apela a un “nuevo sistema eléctrico” que promueva el desarrollo ordenado del sector, que favorezca la seguridad, fiabilidad, continuidad y estabilidad en el suministro del servicio.
Además, México alienta la participación de la iniciativa privada en el sector energético por conducto de la Comisión Federal de Electricidad, la cual compra electricidad a privados; no obstante, se han detectado abusos, sobre todo con la simulación de los esquemas de autoabasto, que terminaron por parecer más negocios financieros, detalló Ramírez de la O.
El secretario consideró “la pandemia de Covid acentúo muchos problemas estructurales”, por lo que una “recuperación inclusiva” debe atender el cambio climático, la distribución equitativa de vacunas, la digitalización y la mejora de la arquitectura mundial de la deuda para dar alivio a los países de ingreso bajo y también a los de medio.
Agregó que al retomarse el Diálogo Económico de Alto Nivel entre México y Estados Unidos, se tiene como hoja de ruta una mejora en la integración regional con el fortalecimiento de las cadenas de suministro, la promoción de conectividad y mejores condiciones de vida y empleo para el El Salvador, Honduras, Guatemala y el sureste mexicano, dada la presión migratoria.