En la Ciudad de México la venta y distribución de gas LP y estacionario se distribuyó con normalidad en las colonias Roma, Piedad Narvarte y Narvarte Poniente, al no registrarse paros de labores ni manifestaciones, como la realizada la tarde del lunes frente a la Secretaría de Energía, en Insurgentes y Eje 5 Sur Eugenia.
La presencia de los conductores y distribuidores de los camiones de gas, cargados con cilindros de 10, 20, 30 y 45 kilos, además de la circulación de pipas con el combustible, que abastecieron principalmente departamentos y establecimientos mercantiles, fue habitual en esas zonas, mientras los consumidores “no realizaron compras de pánico”.
Miguel, quien desde hace 20 años se dedica a repartir gas en las calles de la capital, dijo no percibir sueldo de la empresa gasera para la que trabaja, tampoco prestaciones ni acceso a servicios de salud como el Seguro Social.
Entrevistado en calles de la colonia Narvarte Poniente, en Benito Juárez, recordó que hace un par de meses percibía 80 pesos por cada cilindro vendido, cantidad que disminuyó a 20 pesos, por lo que las propinas que recibe ayudan a mejorar su situación económica.
Eduardo Cervantes, conductor de un camión que distribuye gas en las colonias Narvarte Poniente, también en Benito Juárez, y Del Carmen, en Coyoacán, aseguró que su sueldo ahora sólo se compone de las propinas, que tiene que repartir con otros dos jóvenes repartidores de cilindros, luego de que los dueños de la empresa dejaron de pagarle mil 800 pesos que percibía a la semana.
“Toda esta temporada que va de paros es lo que llevo sin cobrar; sólo estoy ganado propinas; entonces, si dejo de laborar, qué sustento llevo para mi familia”, expresó, tras insistir en que por su situación económica resulta difícil participar en un paro de labores. Comentó que la noche del lunes tuvo que quedarse a dormir en el camión repartidor de gas porque reside en Tecámac, estado de México, y no pudo pasar por el bloqueo de los conocidos como comisionistas.
En contraste, el tradicional grito de “¡gaaas!” dejó de escucharse en colonias populares de las demarcaciones Venustiano Carranza y Gustavo A. Madero (GAM), donde amas de casa, ambulantes y de cocinas económicas confiaron en que “el asunto se arregle pronto”.
Tras el anuncio de la suspensión del servicio, los llamados a las empresas gaseras para que surtan los tanques estacionarios tampoco fueron atendidos, pues “no se está surtiendo en estos momentos y no hay fecha para cuándo”, respondían, comentaron vecinos de las colonias Valle Gómez, Felipe Ángeles y Romero Rubio, de la primera demarcación.
El temor de “quedarte sin gas para cocinar o bañarte es latente, así como que te vuelvan a subir el precio, porque los gaseros ya estaban vendiendo en 14.30 pesos el litro y luego ni siquiera estás segura de que estén completos”, coincidieron en señalar, a su vez, vecinos de las colonias Casas Alemán y Ex Escuela de Tiro, de la segunda demarcación.
Comentaron que, “sí antes gastabas mil 500 pesos para que tu tanque estuviera un poco más de la mitad, sí le suben nos pegará porque no hay dinero que alcance y 2 mil pesos no serán suficientes para llenar un tanque de 300 litros”.
Los que “pagaremos el pato, si las autoridades ceden a su demanda de alza, seremos los consumidores y clientes de los negocios de comida, de quesadillas o de fritangas, porque la única forma de absorberla será también subiendo sus productos”, coincidieron en señalar los vecinos.