Riad. Más de 150 rebeldes hutíes murieron en una operación en el sur de Marib, ciudad estratégica en la guerra de Yemen, informó ayer la coalición liderada por Arabia Saudita que lucha contra los insurgentes apoyados por Irán.
La operación “incluyó la destrucción de ocho vehículos militares y la muerte de 156 terroristas”, indicó un comunicado de la coalición, según la agencia oficial de prensa saudita SPA.
El ataque se cometió en Abdiya, última posición en el norte de Yemen del gobierno reconocido internacionalmente y punto clave para controlar la riqueza petrolera de la región.
La coalición asegura haber matado a 400 hutíes en bombardeos durante los últimos cuatro días en la provincia de Marib, del mismo nombre que la capital.
Yemen se ha visto devastado por un conflicto de siete años que enfrenta a los rebeldes hutíes respaldados por Irán con el gobierno, apoyado por esta coalición militar liderada por Arabia Saudita.
Los chiítas hutíes reanudaron el mes pasado su ofensiva para tomar el control de Marib. Y los enfrentamientos y ataques aéreos han dejado desde entonces cientos de muertos entre rebeldes y tropas leales al gobierno. Todo ello acentuó la peor crisis humanitaria del mundo de la actualidad, de acuerdo con la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Decenas de miles de personas han muerto, la mayoría civiles, y millones se han visto desplazadas desde que estalló el conflicto en Yemen, en 2014, según organizaciones internacionales.
En este contexto, cerca de 400 mil niños están en riesgo de inanición por el agravamiento del conflicto que ha llevado a 20 millones de personas a requerir ayuda humanitaria, advirtió el coordinador de la ONU, David Gressly.
Esta cifra supone que dos tercios de la población del país necesitan asistencia, mientras la nación está “al borde de la hambruna” tras una guerra civil que se ha prolongado por siete años y que se ha visto recrudecida en los últimos meses, empeorando la situación de miles de personas, sobre todo en el sur.