Temacapulín, Jal. La presa El Zapotillo va, pero bajo tres condiciones que los pobladores de Temacapulín, Acasico y Palmarejo plantearon de viva voz al presidente Andrés Manuel López Obrador, quien las aceptó y además se comprometió a realizar un plan integral de apoyo en infraestructura adicional a las adecuaciones que habrá que hacer a la presa.
En la segunda ocasión que asiste a este sitio como mandatario –antes lo hizo tres veces–, fue recibido con aplausos y vivas en la plaza principal de este poblado alteño que, desde 2006, vivía con la zozobra de ser inundado por la construcción de la presa. Llegó acompañado por el gobernador Enrique Alfaro, quien en cambio fue recibido con abucheos y gritos de “¡fuera, fuera!”
La visita presidencial fue para recibir la respuesta al planteamiento que hizo en agosto pasado en este mismo lugar respecto a poner en operación la presa, con la garantía de no inundar las comunidades, lo que fue evaluado durante dos meses por los pobladores y técnicos asesores, quienes aceptaron la propuesta de López Obrador.
Las condiciones de los opositores a la presa son que el nivel del agua no pase de 46 metros de altura –la cortina actual tiene 80 metros– para no inundar las comunidades, lo cual tendría que garantizarse con la construcción de un túnel o vertedero que al llegar el agua a esa altura permita el libre flujo sin que se represe más líquido.
También pidieron que haya un programa de reparación integral del daño a los pobladores o sus familiares, pues a lo largo de 15 años de lucha muchos han muerto o han padecido diversas enfermedades derivadas de la tensión por la amenaza de que tendrían que desplazarse.
El tercer requisito se refiere a que emita un decreto que impida que futuros gobiernos modifiquen el acuerdo tomado este 10 de octubre, el cual se comprometió a firmar dentro de un mes en una nueva visita a esta localidad acompañado de todo su gabinete, tiempo en el cual se elaborará un documento con todos los detalles técnicos.
Sonriente, el jefe del Ejecutivo federal aceptó las tres propuestas y dijo estar en disposición completa de otorgar los recursos necesarios, no sólo para las adecuaciones a la presa, sino para llevar a cabo un plan integral para mejorar las condiciones de vida e infraestructura en esa zona de Los Altos de Jalisco, donde las carreteras estatales están destruidas por falta de mantenimiento y muchos poblados, incluido Temacapulín, ni siquiera cuentan con antenas para telefonía celular.
“Vamos a hacer de este asunto, de este conflicto, algo ejemplar. Vamos a mostrar a todos los mexicanos y al mundo que se puede, mediante el diálogo y la buena fe, llegar a acuerdos y que se pueden resolver problemas, hasta los más difíciles, cuando hay voluntad y cuando se gobierna con justicia y se tiene un pueblo consciente, un pueblo honesto, como es el pueblo de ustedes”. La decisión de las tres comunidades, agregó, representa solidaridad para enviar agua a quienes también la necesitan en Guadalajara, principalmente a las zonas más pobres.
El gobernador Alfaro, quien evitó hacer uso del micrófono, se vio incómodo sentado a un lado del Presidente, desdeñó un collar de flores que los pobladores le regalaron a él y que el tabasqueño sí usó durante todo el acto, y luego dijo que no necesitaba que “nadie me defienda” cuando al final, entrevistado, se le preguntó qué había sentido de que López Obrador pidiera que le tuvieran respeto y ya no lo abuchearan.
También, Alfaro minimizó el acuerdo que todos, incluido Alfonso Hernández Barrón, presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos y presente en la reunión, calificaron de histórico.
“No podemos dar una opinión sobre un planteamiento técnico que ni siquiera conocemos. Es decir, ¿un túnel, de qué túnel están hablando? ¿Un vertedor que va a romper media cortina? Soy ingeniero civil y cuando escuchas ese tipo de cosas, la verdad es que no puedo negar que hay una parte de decepción respecto a lo que vi hoy”, se quejó.
Alfaro había evitado ir a Temacapulín desde que en 2018 asumió el cargo y su intención hasta antes de los acuerdos presidenciales con los opositores era, junto con el gobernador panista de Guanajuato, Diego Sinhué Rodríguez, con quien firmó un “acuerdo de entendimiento”, que la presa tuviera una cortina de 105 metros sin importar la inundación de las comunidades.