Nuevo Laredo, Tamps., La administración municipal que encabezó Enrique Rivas Cuéllar hasta el pasado 30 de septiembre redujo en alrededor de 50 por ciento la deuda pública que heredó y dejó esta localidad fronteriza con una tasa de desempleo de 1.67 por ciento, una de las más bajas del país.
En los dos periodos en los que estuvo al frente del gobierno (2016-2018 y 2018-2021) el panista centró sus políticas en los rubros de educación y apoyo a las mujeres. “Nuevo Laredo está mejor que hace cinco años”, aseguró.
Si bien la gestión de Rivas Cuéllar, primer alcalde en ser relecto de forma consecutiva, enfrentó diversos problemas, entre ellos la emergencia sanitaria por el Covid-19, afectaciones por fenómenoss meteorológicos y el arribo de caravanas de migrantes, se entregaron apoyos a la ciudadanía, comerciantes y se crearon empleos temporales a quienes perdieron su fuente de trabajo.
“No endeudé al municipio”
“En octubre de 2016 recibí una deuda pública de casi mil millones de pesos y al 30 de septiembre pasado se redujo a 560 millones de pesos; casi la mitad fue liquidada y no se contrató ningún crédito adicional. No se endeudó al municipio”, expuso Rivas Cuéllar en entrevista con La Jornada.
Dijo que aunque había “pretextos” para solicitar préstamos, luego de que Nuevo Laredo fue golpeado por un tornado que destruyó parte de las instalaciones del Puente Internacional del Comercio Mundial, una tromba que causó graves daños materiales y la eliminación del Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden), “jamás caímos en la tentación de endeudarnos”.
Enrique Rivas, quien fue diputado local de 2013 a 2016, destacó que pese a las pérdidas económicas por la pandemia, en Nuevo Laredo, limítrofe con Laredo, Texas, Estados Unidos, se abrieron dos establecimientos comerciales por semana.
Destacó la premisa de sus dos administraciones, “tanta sociedad como sea posible y sólo tanto gobierno como sea necesario”, que fue el pilar de su proyecto, involucrando a la sociedad civil “para encontrar de manera conjunta soluciones, y así evitar equivocarme al momento de gobernar, al estar en contacto con todos los sectores”.
“Fueron cinco años muy intensos, que ya de por sí una ciudad como Nuevo Laredo es muy demandante, muy retadora. Tenemos la aduana más importante. Aquí pasan diariamente 16 mil tractocamiones, 8 mil de importación, ocho mil de exportación”, expuso el ex alcalde.
“Eso conlleva muchos retos, desafíos y necesidades que satisfacer. También nos trae muchos beneficios como la generación económica, el desarrollo, el empleo y esto lo convierte en el municipio tamaulipeco que recibe el mayor presupuesto gracias a la aduana”, añadió.
Comentó que ante la emergencia sanitaria por el Covid-19, “lo primero que hicimos fue conformar un comité municipal de salud donde participaron los directores de to-dos los hospitales públicos y privados, autoridades de Protección Civil y Secretaría de la Defensa Nacional, para hacer frente a la contingencia.
Agregó que no fue nada fácil, pues la pandemia provocó una crisis, un rezago, una depresión económica en el desarrollo comercial “pero incluso así, en medio de una pandemia Nuevo Laredo creció y fue de las demarcaciones menos afectadas económicamente”.
En el sector educativo, Rivas Cuéllar entregó una escuela por año, de secundaria y preparatoria, en beneficio de más de 3 mil 500 jóvenes; se implementó el programa Mi Escuela Digna, Moderna y Saludable, único en el país a través del cual se realizaron mejoras a 249 planteles públicos y privados.
Otro de los programas insignia de su gobierno fue el denominado Miércoles Ciudadano, en el cual se atendía a la ciudadanía y resolvía peticiones, mismo que, dijo, se está reproduciendo en estados como Aguascalientes, Nuevo León, Guanajuato, Ciudad de México, Chihuahua, Yucatán y otras demarcaciones de Tamaulipas.