Las posiciones netas especulativas del peso en el Chicago Mercantile Exchange (CME) cayeron el viernes a su peor nivel desde marzo de 2017 y acumuló 22 semanas consecutivas en contra; es decir, apostando a su depreciación frente al dólar.
Los contratos de futuros del peso-dólar en la bolsa de derivados más importante del mundo se ubicaron en 35 mil 600 convenios negativos, cada uno por 500 mil pesos, el pasado viernes, su nivel más alto desde el 3 de marzo de 2017, cuando alcanzó los 45 mil 800 acuerdos contra la divisa nacional, según datos del CME.
El tema fiscal en Estados Unidos, la pronta reducción del programa masivo de compra de bonos (tapering), que podría comenzar en noviembre por parte del Banco de la Reserva Federal (Fed), así como la complacencia inflacionaria del Banco de México, por reacciones tímidas en la política monetaria, generan incertidumbre entre los inversionistas, por lo que son fundamentales estos eventos en la trayectoria del tipo de cambio.
El peso continuó perdiendo terreno frente al dólar, en una semana en la que nuevamente el entorno internacional y nacional mantuvo un tono desfavorable para el mercado cambiario en México.
El pasado viernes el tipo de cambio interbancario cerró en 20.7025 pesos por dólar, nivel no visto desde el 12 de marzo de 2021 (20.7140 pesos), lo que representó una depreciación semanal de la moneda mexicana frente a su similar estadunidense de 1.4 por ciento, equivalente a 28.55 centavos.
La decisión del Congreso de Estados Unidos de permitir un incremento al techo de la deuda hasta diciembre ha eliminado temporalmente el riesgo de un incumplimiento de obligaciones de deuda a partir del 18 de octubre, lo que disminuyó así las posibilidades de un default del gobierno estadunidense.
Sin embargo, analistas económicos sostienen que es probable que en las semanas previas a diciembre nuevamente se incremente la percepción de riesgo porque se tendrá que volver a discutir del tema.
Aunado a lo anterior, Carlos Hernández, analista senior en Masari Casa de Bolsa, comentó que el menor crecimiento en las nóminas no agrícolas en Estados Unidos que se publicaron el viernes podría impulsar a que la Reserva Federal decida iniciar con recortes limitados en las compras de bonos para seguir favoreciendo la economía.
Si bien el comportamiento del tipo de cambio en México obedece en su mayoría a shocks externos, en donde ocho de cada 10 pesos de nuestro comercio está vinculado con Estados Unidos, la inflación en el país empieza a pasar factura al mercado cambiario.
De acuerdo con Alfredo Coutiño, director de Moodys Analytics, los bancos centrales en general, con muy pocas excepciones, están atrás de la curva respondiendo con mucha complacencia a la inflación.