Son más de 25 mil habitantes de la legendaria colonia Los Pedregales de Santo Domingo quienes padecen la cotidiana vida sin agua desde hace más de 10 años. Aquí, reclaman, “el tandeo y el abasto a través de pipas es insostenible e insuficiente, y no garantizan el acceso al agua de manera asequible, equitativa y salubre como establece la Constitución de la Ciudad de México”.
Organizados en la Asamblea General de los Pueblos, Barrios, Colonias y Pedregales de Santo Domingo desde 2016, los vecinos iniciaron gestiones ante diferentes autoridades capitalinas para terminar con un problema que, lejos de solucionarse, se agrava con la infinidad de proyectos inmobiliarios construidos, en obra o de planeación en la zona.
A Santo Domingo nada le ha salido gratis. Desde su fundación, hace exactamente 50 años, han luchado por cada servicio. Hoy sigue siendo la colonia más grande de América Latina, con una tradición de lucha que pasa de generación en generación. La falta de agua por la autorización de unidades habitacionales de empresas como Quiero Casa, los tiene en situación de emergencia, pues pasan semanas sin pipas, las condiciones de higiene se agravan y los ponen en riego mayor en esta época de pandemia, en la que a veces ni para lavarse las manos les alcanza.
Este sábado, la Asamblea de vecinos del Pedregal de Santo Domingo solicitará a las autoridades de la CDMX y Coyoacán “trabajar en conjunto para garantizar el derecho humano al agua”. En un oficio firmado por 884 personas, se solicita terminar con el desabasto de agua que padecen las familias de la zona centro de la colonia. “Es necesario se retome la atención coordinada a este problema prioritario”, advierte el Comité en Defensa del Agua del Pedregal de Santo Domingo.
Es ya medio siglo de la hazaña de hombres, mujeres y niños que, sobre la nada, levantaron el asentamiento poblacional más grande de todo el continente Americano. Cada trazo de Los Pedregales fue hecho por sus manos y de personas solidarias, como la cantante Amparo Ochoa, cuya vida no sólo está actualmente en cartelera, sino también en el enorme memorial de La Glorieta de las Mujeres que Luchan. Es, pues, una colonia que merece respeto y atención. Y el agua es la prioridad.