Desde la tribuna del Senado, luego de recibir entre aplausos la Medalla Belisario Domínguez, la legisladora de Morena Ifigenia Martínez refrendó su empeño por contribuir a consolidar la transformación de la vida pública nacional y respaldó la reforma eléctrica del presidente Andrés Manuel López Obrador y su afán por recuperar la rectoría del Estado sobre sus recursos energéticos.
Durante la sesión solemne realizada en la vieja sede senatorial de Xicoténcatl, en la que se le confirió ese galardón y en la que estuvo acompañada por el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, representante del Ejecutivo federal y los titulares de los poderes Judicial y Legislativo, resaltó que con esa iniciativa eléctrica se ha iniciado el camino para volver a ampliar las acciones de un Estado debilitado por “un marco constitucional ilegal” que instrumentaron los gobiernos neoliberales.
Con voz pausada, pero audible, insistió en que es necesario volver a ampliar las acciones del Estado mexicano, “eliminado las disposiciones que actualmente limitan a perjudican a sus empresas productivas”.Ese proceso ya comenzó, con la iniciativa de López Obrador, que busca “fortalecer el carácter nacional y público del sector energético, sin perjuicio de la participación privada complementaria y adecuadamente regulada y justamente retribuida”.
Recalcó que a más de 30 años de la creación de la Corriente Democrática que impulsó, junto con Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo, “ante la necesidad de un cambio de rumbo por el autoritarismo y el avance de la tecnocracia”, hoy, bajo “la conducción del estimado compañero Andrés Manuel López Obrador, contamos con un gobierno democrático de izquierda”.
Es un logro mayúsculo para la nación y para todos los que “hemos apoyado esa lucha desde sus inicios”. Reconoció que aún queda un gran trecho de camino por recorrer para lograr recuperar el crecimiento económico y el bienestar social.
Hacia ese objetivo, la maestra Ifigenia Martínez planteó integrar un consejo económico y social, plural y democrático, cuyo objetivo sea la redistribución del ingreso y su primera tarea diseñar un pacto nacional, sobre cada uno de los pilares de la Cuarta Transformación.
Sostuvo que ese órgano colegiado tendrá 10 objetivos, entre ellos elaborar leyes para consolidar mayor igualdad social, la separación del gobierno de las oligarquías económicas y financieras, y el fortalecimiento fiscal del Estado, con un sistema progresivo de impuestos, con una gravamen a la riqueza personal excesiva.
La galardonada agradeció el mensaje que le hizo llegar el presidente Andrés Manuel López Obrador y, en ese contexto, en que el Ejecutivo decidió no acudir a esa ceremonia ante la amenaza de una senadora panista de provocar un escándalo, refrendó el respeto a la división de poderes, “que debe mantenerse incólume, sin amenazas ni presiones”.
La senadora Martínez evocó la época en que colaboró con Jaime Torres Bodet en el empeño de que ningún mexicano se quedara sin escuela y décadas más tarde con el rector de la UNAM, Javier Barros Sierra, en la defensa de la autonomía universitaria.
Fue una ceremonia emotiva. Cuando la presidenta del Senado, Olga Sánchez Cordero, le colocó la medalla y le entregó el diploma respectivo, la gran mayoría de los asistentes a la vieja casona de Xicoténcatl se pusieron de pie y aplaudieron a la homenajeada.
Antes, la senadora Sasil de León, a nombre del Senado, destacó la gran trayectoria en la academia, el Congreso y la vida pública del país de quien fue llamada “Ifigenia” por sus padres, porque significa “nacida en el poder”.
Algo que ella asumiría como “el poder del pueblo”, resaltó De León, quien expresó, además, que la senadora Martínez rompió paradigmas, ya que fue la primera mexicana que obtuvo una maestría en economía, en la Universidad Harvard, la primera directora de la Escuela Nacional de Economía de la UNAM, y la primera senadora de oposición en 1988.
A la ceremonia asistieron la secretaria de Seguridad Pública, Rosa Icela Rodríguez; el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto; el gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón; el presidente de la Suprema Corte, Arturo Zaldívar, y Porfirio Muñoz Ledo.
Todos acompañaron a Ifigenia Martínez cuando se develó su nombre en el muro de honor, con los otros 65 galardonados. La guardia de honor ante el monumento a Belisario Domínguez, en el patio del Senado, fue una de las más numerosas que se recuerde, con invitados y legisladores.