Para concretar el acuerdo comercial con el Fondo de Inversión Directa de Rusia (RDIF), que permitirá envasar en el país la vacuna Sputnik V, hoy por la noche viajan a Rusia Pedro Zenteno Santaella, director general de Laboratorios de Biológicos y Reactivos de México (Birmex), y Alejandro Svarch Pérez, titular de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Desde hace semanas se esperaba el visto bueno del Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya para envasar dichos biológicos en México, tal como ya se hace con vacunas de AstraZeneca y CanSino.
Se consideraba que, si no había contratiempos, se iniciaría el envasado a fines de agosto, ello luego de que el 20 de julio se enviaron a Gamaleya las pruebas piloto hechas en México; sin embargo, la respuesta desde Rusia sobre el envasado simulado no llegaba.
Desde marzo pasado, Drugmex, uno de los laboratorios mexicanos asociados a Birmex, comenzó a liberar vacunas CanSino Biologics envasadas en el país. Desde entonces ha embotellado y etiquetado 8 millones 933 mil 650 dosis de la vacuna china.
En tanto, la otra farmacéutica, Liomont, ha envasado 25 millones 52 mil 500 biológicos de AstraZeneca desde junio pasado.
Por otra parte, el RDIF, que es el fondo soberano de inversión en Rusia, invitó a “investigadores e instituciones científicas internacionales independientes a cooperar en estudios del mundo real sobre la seguridad y eficacia de las vacunas contra el coronavirus, incluidas Sputnik V y Sputnik Light”.
En este contexto, la mañana de ayer México recibió un millón 500 mil vacunas envasadas Sputnik V. Se trata de biológicos del primer componente. Con esas nuevas dosis hasta ahora han llegado al país 8 millones 400 mil de la vacuna rusa, de las 24 millones contratadas.
En la recepción de los antígenos, Zenteno Santaella dijo que “ya podemos decir que se rebasaron los 120 millones de vacunas, para ser precisos, con este embarque 134 tenemos 121 millones 328 mil 85 dosis de vacunas en el país”. Detalló que los biológicos rusos van a los estados de México y Puebla para su aplicación.