Managua. A un mes de las elecciones generales de Nicaragua, organizaciones opositoras declararon ayer su “repudio y desconocimiento” del proceso electoral por considerarlo “ilegítimo y nulo”. En paralelo instaron a la Organización de Estados Americanos (OEA) a que suspenda al gobierno de Daniel Ortega.
En una declaración difundida en Costa Rica, los opositores aseguraron que no existen condiciones para tener elecciones libres el 7 de noviembre, en las que Ortega buscará su tercera relección consecutiva. Expusieron que el mandatario y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, han intentado “terminar con cualquier vestigio de verdadera competencia electoral, llevando a la cárcel a siete precandidatos presidenciales, forzando al exilio a otros dos y cancelando la personería jurídica de los tres últimos partidos políticos de la oposición”.
La declaración está firmada por organizaciones como la Unidad Nacional Azul y Blanco, el Frente Democrático Nicaragüense, Unión Democrática Renovadora, Movimiento Campesino, Articulación de Movimientos Sociales, Iniciativa por el Cambio y grupos de exiliados nicaragüenses.
Tras denunciar la “brutal represión” desatada a partir de la rebelión social de abril de 2018, los opositores acusaron que hay “ más de 156 prisioneros políticos.
Llamaron a los países miembros de la OEA a aplicar sanciones contra el gobierno de Nicaragua y a desconocerlo.
También solicitaron a la Organización de Naciones Unidas, a la Unión Europea “y a todos los países democráticos” a condenar y desconocer el proceso electoral, así como “ejercer presiones efectivas” e “incrementar las sanciones” contra los funcionarios acusados de violar los derechos humanos.
La Comisión Interamericana de Derechso Humanos pidió al gobierno de Ortega proteger la vida de los líderes campesinos Medardo Mairena y Pedro Mena, líderes campesinos opositores presos desde julio, y lo invitó a que evalúe “de inmediato” alternativas a su detención.