Washington. Una clínica de Texas reanudó ayer la práctica de abortos a mujeres que tienen más de seis semanas de embarazo, después de que un juez federal bloqueó temporalmente una ley estatal que restringía el procedimiento, informó Whole Woman’s Health.
“La ley SB8 dejó a nuestras pacientes con dos opciones: llevar un embarazo a término en contra de su voluntad o viajar fuera del estado para recibir atención”, argumentó. “Esta prohibición perjudicó a las texanas y ahora podemos ayudarlas”.
El juez federal de distrito Robert Pitman emitió antenoche una orden preliminar para detener la aplicación de la ley de Texas conocida como Proyecto de Ley del Senado 8 (SB8), que prohíbe el aborto después de seis semanas, antes de que muchas sepan siquiera que están embarazadas.
Jen Psaki, vocera de la Casa Blanca, calificó la orden del magistrado de “paso importante hacia la restauración de los derechos constitucionales de las mujeres en todo el estado”.
La polémica ley permite demandar a médicos que realicen abortos cuando se detecta el latido del corazón del feto, después de las seis semanas de gestación, así como a quien lo facilite.
El fiscal general de Texas, Ken Paxton, indicó que apelará la orden ante el quinto circuito de la Corte de Apelaciones en Nueva Orleáns, uno de los más conservadores en el país. “La santidad de la vida humana es, y siempre será, una prioridad principal para mí”, añadió.