Ciudad de México. El poder de compra de los trabajadores que perciben un ingreso pactado por contrato tuvo una caída en términos reales, descontada la inflación, en septiembre después de haber observado un avance en agosto.
Los salarios contractuales tuvieron en septiembre un incremento nominal de 4.1 por ciento, que una vez descontada la inflación se tradujo en una pérdida real de 1.82 por ciento, según datos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) durante septiembre la inflación fue seis por ciento a tasa anual, por lo que se mantuvo fuera del margen objetivo del Banco de México, el cual es tres por ciento con un intervalo de un punto porcentual hacia arriba o hacia abajo.
El dato del periodo de referencia revirtió la mejoría observada en agosto, cuando el incremento real de los salarios contractuales creció 0.08 por ciento real, luego de sumar cuatro meses en terreno negativo. En julio se contrajo 0.22 por ciento, en junio 0.93, en abril 0.60 y en mayo retrocedió 1.39.
El resultado de septiembre es el más bajo desde octubre de 2018, cuando se contrajo 1.03 por ciento en términos reales.
En septiembre se realizaron 413 revisiones contractuales realizadas en la jurisdicción federal, en las que 233 mil 485 trabajadores se vieron involucrados y cuyo poder adquisitivo no observó mejoría.
En los primeros nueve meses del año el incremento promedio real de los salarios muestra un retroceso de 0.45 por ciento, mientras que el incremento nominal para más de un millón 372 mil trabajadores involucrados es de 4.7 por ciento.
El lapso en cifras negativas más largo observado en los últimos años ocurrió entre enero de 2017 a enero de 2018, lo cual se explicó por la liberación de los precios de la gasolina. Por esta razón, el poder adquisitivo de los trabajadores tuvo impactos negativos durante 13 meses seguidos.
Por el contrario, desde noviembre de 2018 a marzo de este año fue el periodo más extenso en el que el poder adquisitivo de la población mejoró.
Del total de revisiones contractuales realizadas en septiembre, 407 corresponden a empresas privadas, en las cuales se involucraron 79 mil 242 trabajadores.
En el sector público se realizaron seis revisiones, en las que 154 mil 243 empleados —el mayor número en lo que va del año—, estuvieron involucrados.
El promedio de las revisiones salariales de los trabajadores de empresas privadas fue 5.4 por ciento, que al descontar el efecto de la inflación se tradujo en un retroceso de 0.59 por ciento.
Los burócratas involucrados en las revisiones contractuales obtuvieron un incremento promedio de 3.4 por ciento, pero al descontar el efecto de la inflación representa un retroceso de 2.45 por ciento. Con ese resultado el poder adquisitivo de los trabajadores del sector público suma un deterioro de tres trimestres seguidos.
Cabe destacar que una de las empresas públicas que renegoció su contrato colectivo fue Petróleos Mexicanos, la cual acordó con el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana un incremento salarial de 3.40 por ciento.
Por actividad, 12 trabajadores de servicios de alojamiento temporal y de preparación de alimentos y bebidas obtuvieron un aumento salarial de 2.0 por ciento, que al descontar el efecto de la inflación se tradujo en un retroceso de 3.77 por ciento. El dato es el más bajo de entre todos los sectores que reporta la STPS.
Por el contrario,121 trabajadores del sector agricultura, cría y explotación de animales, aprovechamiento forestal, pesca y caza obtuvieron el mayor aumento real que fue de 1.93 por ciento, mientras que el nominal fue de 8.0 por ciento.