Los precios al consumidor en México retomaron su tendencia al alza en septiembre, con un repunte mensual de 0.62 por ciento y anual de 6 por ciento, el doble de la tasa objetivo del Banco de México (BdeM), reportó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El mayor precio del gas doméstico, tanto LP como natural, que se ha disparado en el mercado y trasladado al bolsillo de los mexicanos, se suma al alza de las hortalizas –como ejotes, chile serrano y poblano, cebolla o jitomate– lo que explica, principalmente, el alza del mes pasado.
En agosto, la inflación anual fue de 5.57 por ciento, 0.43 puntos menos que la reportada en septiembre. En particular, durante el noveno mes de 2021 la inflación fue la mayor, para un periodo similar desde 2008, cuando se situó en 0.68 por ciento.
De acuerdo con datos del Índice Nacional de Precios al Consumidor, el incremento que registró el precio internacional del gas generó un ajuste en el costo del gas doméstico LP –el que utilizan ocho de cada 10 hogares–, ya que en septiembre volvió a subir de manera anual a 20.63 por ciento, su variación más alta desde marzo (36.5 por ciento), y luego de haber registrado un incremento de 14 por ciento en agosto.
Por su parte, el gas natural de uso doméstico registró un incremento interanual de 15.25 por ciento en el mes de referencia, su alza más relevante desde julio de 2017, cuando aumentó 17.09 por ciento.
“Una característica importante de los precios máximos, como lo estableció el gobierno federal con el gas LP, es que éstos pueden representar una importante carga para el sector público cuando la cotización internacional es considerablemente mayor al precio doméstico, pues generan un ajuste inevitable”, precisó Ricardo Aguilar, economista en jefe de Invex.
La inflación en México acumuló 16 meses arriba del objetivo del Banco de México, que es de 3 por ciento (+/- un punto porcentual).
La inflación es un impuesto regresivo, pues daña más a los hogares de bajos recursos.
Según la información difundida ayer por el Inegi, el índice de precios de la canasta de consumo mínimo, o canasta básica, utilizado por oficialmente para medir la pobreza, aumentó 6.87 por ciento anual en septiembre, 0.87 puntos porcentuales arriba de la inflación general.
Ante las obstrucciones de la oferta, la inflación subyacente, que excluye a los energéticos y agropecuarios, subió 0.46 por ciento en septiembre respecto de agosto, su mayor incremento desde el 2016 y se ubicó en 4.92 por ciento interanual.
El aumento de los precios de los alimentos y bebidas, así como los restaurantes, hoteles y educación estuvo detrás de la subyacente, ligando 10 meses consecutivos al alza y siete meses por arriba de 4 por ciento.
Por su parte, la inflación no subyacente, aquella que sí incluye agropecuarios y energéticos, aumentó 9.37 por ciento anual.
El nivel de inflación apunta a que continuarán los incrementos a la tasa de referencia por parte de Banco de México, actualmente en 4.75 por ciento, lo que encarece el costo del crédito para empresas y familias.