Desde sus dos primeros números, verano y otoño de 2005, donde publicó (en dos partes) el importante ensayo de Elmar Altvater (EA), “Hacia una crítica ecológica de la economía política” hasta el último, sept.-dic. de 2017, en el que publicó dos artículos sobre esta temática, la revista del CIECAS-IPN Mundo Siglo XXI ( MSXXI), le dedicó mucha atención al cambio climático y al ambiental en general. En este mismo espacio escribí sobre esta revista el 18/11/11: ”¿Por qué una gran revista como ésta surge en el IPN, que no ha destacado en ciencias sociales? La respuesta está en la conjunción entre el apoyo institucional y un director joven y brillante, Luis Arizmendi (LA), a quien le gusta el duro oficio de difundir el pensamiento y ha tejido una red (nacional e internacional) muy impresionante de colaboradores y miembros del consejo editorial. Sabe cuáles son los ejes centrales de este siglo y tiene antenas de radar para detectar e imanes para atraer a los mejores de quienes los abordan”. Lo que sigue, vaya como homenaje a LA (1964-2021) y a EA, lo vuelvo a publicar; lo hice originalmente el 13/12/11. EA (1938-2018) realiza una crítica demoledora de la perspectiva adoptada por la economía ortodoxa que, en el mejor de los casos, “pretende que los daños al medio ambiente como valor de uso pueden ser suficientemente compensados con su internalización bajo la lógica del valor, lo que no es más que otro modo de mantener en pie un radical olvido de la naturaleza”. Uno de los logros fundamentales de EA en este escrito es la vinculación de los conceptos de valor de uso (como lo desarrolló Marx) y de entropía (concepto de la termodinámica incorporado al pensamiento económico por primera vez por Georgescu Roegen en su notable libro La ley de la entropía y el proceso económico) que EA explica así:
Las reservas de energía y de materia del sistema permanecen fijas bajo cualquier transformación de ellas (primera ley de la termodinámica). Pero su calidad (su capacidad para realizar trabajo o satisfacer necesidades humanas) disminuye con cualquier uso de energía y materiales: es decir tiene lugar un ineludible incremento en la entropía (segunda ley de la termodinámica). En otras palabras, en el curso de sus cambios, el balance energético siempre queda en equilibrio, pero la cuota de energía libre, aprovechable, disminuye en comparación con la energía no disponible y disipada, que ya no puede ser convertida en trabajo”.
El artículo de EA, enriquecido con varias notas explicativas de LA, es un verdadero tratado de punta en la materia y es de lectura imprescindible. Destacan también en el n.° 1 los artículos de Ulrich Brand y Christoph Görg, de la Universidad Libre de Berlín, “Capitalismo patentado: Acerca de la economía política de los recursos genéticos”, que aborda crítica y lúcidamente la nueva forma de la apropiación del mundo por el capital: la apropiación vía patentes de la naturaleza, y el de Américo Saldívar, de la Facultad de Economía (UNAM), “México, la economía del desarrollo insustentable”, que luego de una introducción muy pedagógica al concepto de desarrollo sustentable, analiza el daño ecológico en el mundo y en México, y resalta que a las deudas fiscal y social es necesario añadir la deuda ecológica. El n.° 3 (Invierno 2005-2006) de MSXXI incluye el importante ensayo de LA, quien dirige la revista y es a veces autor y muchas más traductor, titulado “La crisis ambiental mundializada en el siglo XXI y sus disyuntivas”, en el cual demuestra un dominio impresionante de la materia. El largo y denso artículo muestra el carácter cada vez más complejo de dicha crisis, que ha propiciado el surgimiento de fenómenos histórico-naturales sumamente destructivos que revelan el muy probable inicio temprano de una era de caos climático; además de dar cuenta del fundamento sistémico que bloquea la urgente transición a un patrón tecno-energético posfosilista, LA desarrolla una periodización original de la depredación de la naturaleza que acompaña la historia del capitalismo y explora las disyuntivas que ante la crisis ambiental mundializada tenemos. Es, además, un artículo lleno de información contundente (por ejemplo, sobre emisiones de carbono) que documenta la urgencia de medidas drásticas para detener la modernidad fosilista ecocida impuesta por el 1%. El artículo concluye citando a André Gorz ( Ecología y libertad): “sin la lucha por unas tecnologías diferentes, la lucha por una sociedad diferente es inútil”.
En los números 6 a 8 (2006-2007), el tema del medio ambiente está presente (y también el de la energía) pero en lo que queda me centro en el n.° 23, Invierno 2010-2011, en el cual se dedica la sección de Fundamentos y Debate por entero al tema ambiental y en el cual MSXXI abre una nueva modalidad, que ha funcionado muy bien en Desacatos, la excelente revista del CIESAS: la de contar con una persona externa que coordine la parte de Fundamentos y Debate. Asunción Lera St.Clair (ALSC), investigadora de la Universidad de Bergen, y lead author (autora líder) del 5° Informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (PICC) de la ONU, coordinó el n.° 23, cuyo editorial, redactado por LA, lo presenta así:
La sección Fundamentos y Debate comienza con un sólido ensayo de Des Gasper [del Instituto de Estudios Sociales de La Haya] dedicado al enfoque de seguridad humana como fundamento de la ética global ambiental. Le sigue el trabajo de Donald Brown, quien fue directivo en la Agencia de Protección Ambiental de la ONU, que aborda el deber ético de los países desarrollados ante la amenaza de cambio climático. Sigue un ensayo de ALSC que, cuestionando las miradas unidimensionales, subraya la importancia estratégica de una visión integral del cambio climático.
Destaco algunos aspectos de dos de estos importantes trabajos que, en conjunto, constituyen las bases de una mirada alternativa al tema ambiental. El concepto de seguridad humana que manejan Des Gasper y ALSC viene a sumarse a los de necesidades humanas y desarrollo humano para conformar una tríada conceptual antieconomicista, que según el primero significa la “seguridad de las personas frente a las amenazas importantes que pesan sobre sus necesidades básicas. Se refiere a la seguridad de todas las personas, no a la seguridad del Estado o de los ricos”. Del texto de ALSC resalto algunas frases:
“El discurso dominante está ciego a los aspectos negativos de modelos de desarrollo y progreso de los que el cambio climático es un síntoma”. “El PICC de la ONU, galardonado con el premio Nobel de la Paz 2007, ha instalado satisfactoriamente al cambio climático como una cuestión vinculada a la paz y la seguridad”. “El Banco Mundial se ha convertido en el PICC de la pobreza por default. Con lo que ahora nos encontramos es con un lobbying cada vez más obvio de esta institución, con el objetivo de convertirse en la institución experta en temas de desarrollo y cambio climático”. “Es necesaria una ‘nueva ciencia’ sobre el cambio climático, una ciencia que sea capaz de integrar los distintos aportes de las ciencias sociales, las humanidades y otros campos con los recientes hallazgos sobre cómo las actividades humanas influyen en el sistema tierra”.