Los nadadores paralímpicos Jesús Hernández y Diego López se asustaron al recibir los incentivos que les otorgó el presidente Andrés Manuel López Obrador, pues aunque eran buenas cantidades, esperaban los montos mayores que había anunciado la titular de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, Ana Guevara, de tres, dos y un millones de pesos por las respectivas medallas de oro, plata y bronce.
Pero el alivio llegó cuando personal de la Conade informó a los deportistas, terminada la conferencia mañanera del miércoles –donde recibieron los incentivos a participantes y medallistas olímpicos–, que esos premios les serán entregados en próximos días.
Los incentivos y premios, provienen del sorteo especial de la Lotería Nacional del pasado 15 de septiembre, que rifó bienes e inmuebles decomisados a la delincuencia, que en total recaudó 153.4 millones de pesos.
“Es la oportunidad de poder continuar con una buena preparación camino a París 2024”, dijo el nadador, quien recibió de manos del presidente un cheque por 720 mil pesos, desglosado en 240 mil pesos por participar en los Paralímpicos y 480 por la medalla de oro.
“Pero me llevé un pequeño susto porque resulta que no era el total, que nos van a dar un poquito más. Todos nos quedamos sorprendidos. Pero después nos hablaron para aclarar ese punto y ya quedó más clara esa parte.
“Al terminar la ceremonia, gente de Conade muy cercana a la directora nos confirmó la información”, dijo animado el nadador que ganó dos oros y un bronce en pruebas de dorso en la justa olímpica.
Hernández utilizará los tres millones por el oro, sumados a los 720 mil pesos que recibió el miércoles, en comprar una casa en la carretera panorámica de su natal Guanajuato, donde vive con gusto aunque sea “un reto arquitectónico para (el desplazamiento) cualquier persona”, y sobre todo seguir colaborando en causas sociales, que es su otra actividad.
“También, ¿por qué no?, colaborar con mi labor social, ayudar a personas a poder salir de la situación en la que a veces se encuentran algunas personas, por humanidad. A mí me gusta mucho ir a visitar a las personas vulnerables, adultos mayores o que estén con alguna discapacidad; hay compañeros de deporte a quienes he apoyado”, asentó el atleta que también había ganado bronce en Río 2016.
El nadador, quien padece parálisis cerebral espástica que provoca tetraplegia en miembros superiores y paraplegia en miembros inferiores, no cuenta con ninguna fundación de asistencia, lo hace a título personal. “Es lo que a mí me gusta hacer, lo hago sistemáticamente porque en algún momento de mi vida necesité ayuda y hubo personas que me ayudaron; ¿por qué no refrendar esa misma ayuda?”
Por lo que toca a la preparación durante la pandemia, fue positiva para el nadador, que tenía cuatro años viviendo en el Centro Paralímpico de la Ciudad de México, y se concentró en el de Guanajuato. “A mí me fue mucho mejor, me ayudó en la parte mental, el estar más cerca de la familia, en un entorno diferente, más allá de estar encerrado, hace que puedas sobresalir.
Diego López, en tanto, reveló que “durante la premiación en Palacio Nacional, la verdad es que hubo un poco de incertidumbre porque no sabíamos cómo iba a ser la cuestión de los apoyos. Desconocíamos totalmente la situación, hasta que recibimos el cheque.
“Pensábamos que sería el único apoyo económico, pero al final nos dijo la gente de Conade que faltaba el que nos va a dar el organismo por ser medallistas”, señaló el ganador de oro, plata y bronce, quien recibirá el premio por la de mayor valor. “No nos dijeron ni cuánto ni cuándo, pero sí que estuviéramos tranquilos, porque sí salimos medios cabizbajos de pensar que nada más se nos iba a dar esa cantidad, que de cualquier forma era muy buena”, dijo López, y añadió su agradecimiento a López Obrador y a Guevara, no sólo por los premios, sino por el respaldo que tuvo durante todo el ciclo olímpico, en el que nunca le fue suspendida su beca.