Estocolmo. La Academia Sueca reconoció este jueves al escritor tanzano de 72 años radicado en el Reino Unido Abdulrazak Gurnah con el Premio Nobel de Literatura 2021, por una obra que muestra una “inflexible y compasiva penetración de los efectos del colonialismo y el destino del refugiado en el abismo entre culturas y continentes”.
Gurnah se jubiló recientemente como profesor de literatura poscolonial en la Universidad de Kent, en Canterbury, Gran Bretaña. Recibió la llamada con la buena noticia en la cocina de su casa, en el sur de Inglaterra.
En sus libros, el autor explora el profundo impacto de la migración en las personas desarraigadas y los lugares donde construyen sus nuevos hogares, como se puede apreciar en sus 10 novelas publicadas.
Abdulrazak Gurnah ha sido un agudo observador de los efectos del colonialismo y la inmigración durante una carrera de 35 años aclamada por la crítica.
“Sólo quiero escribir con la mayor veracidad posible y tratar de decir ‘algo noble’”, explicó en una entrevista concedida en Alemania en 2016.
Nació en Zanzíbar, una región semiautónoma de Tanzania que comprende un par de islas alejadas de la costa oriental de África, el 20 de diciembre de 1948. Gurnah se mudó a Gran Bretaña como refugiado cuando era adolescente, después de una insurrección en la isla del océano Índico en 1968. Comenzó a escribir a los 21 años.
“En cierto sentido, (la escritura) fue algo con lo que tropecé por accidente más que el cumplimiento de un plan. En gran medida, tuvo que ver con la abrumadora sensación de extrañeza y diferencia que sentí (en Inglaterra)”, recordó en aquella charla periodística.
Publicó su primera novela, Memory of departure (El recuerdo de despedida) en 1987. Le siguieron Pilgrims way (Camino peregrino) un año después y Dottie, en 1990. Las tres exploran las experiencias de los inmigrantes en el Reino Unido de aquella época.
El reconocimiento de la crítica le llegó en 1994 con su cuarta novela, Paradise (Paraíso), ambientada en el África oriental colonial durante la primera guerra mundial y que le valió un puesto en la lista de finalistas al prestigioso Premio Booker británico.
Su obra de 1996, Admiring silence, (Precario silencio) narra la historia de un joven que regresa a Zanzíbar 20 años después de marcharse a Inglaterra, donde se casó con una británica y trabajó como profesor.
En 2001, con By the sea (En la orilla), Gurnah retoma el tema al contar la historia de Saleh Omar, un solicitante de asilo en Reino Unido.
Sus recientes obras incluyen Desertion (Deserción), de 2005, preseleccionada para el premio de escritores de la Commonwealth de 2006, y The last gift (El último regalo) de 2011, descrita por la revista Publishers Weekly como una “novela inquietante” que contiene “una trama sólida con poderosas reflexiones sobre la mortalidad, el peso de la memoria y la lucha por establecer una identidad poscolonial”.
La reciente novela de Gurnah es Afterlives (Vida después de la muerte), salió a la venta el año pasado y cuenta la historia de un niño que fue vendido a las tropas coloniales alemanas.
Gurnah también tiene dos volúmenes de ensayos sobre escritura africana y ha publicado artículos sobre varios escritores poscoloniales contemporáneos, incluidos V. S. Naipaul, Salman Rushdie y Zoë Wicomb. Ha sido jurado de premios como el Caine de Escritura Africana y el Premio Booker.
Raíces significativas
Anders Olsson, presidente del Comité del Nobel de Literatura, calificó al autor como “uno de los escritores poscoloniales más destacados” y declaró que es significativo que sus raíces estén en Zanzíbar, un lugar que “fue cosmopolita mucho antes del bono de la globalización”.
El trabajo del Premio Nobel de Literatura 2021, agregó el académico, “nos brinda una imagen vívida y muy precisa de otra África no tan conocida para muchos lectores: una zona costera en y alrededor del océano Índico marcada por la esclavitud y formas cambiantes de represión bajo diferentes regímenes y las potencias coloniales portuguesa, india, árabe, alemana y británica”.
Añadió que los personajes de Gurnah “se encuentran en el golfo entre culturas, entre la vida que quedó atrás y la que comienza, enfrentando el racismo y el prejuicio, pero obligándose a acallar la verdad o reinventar una biografía para evitar el conflicto con la realidad”.
La lengua natal del narrador es el suajili, pero escribe en inglés. Es el sexto autor nacido en un país africano que recibe el Nobel de Literatura, que ha estado dominado por escritores europeos y estadunidenses desde que se creó en 1901. Es el segundo africano negro en ganar este premio, luego del nigeriano Wole Soyinka en 1986.
En su primera entrevista con la Fundación Nobel, Gurnah instó a Europa a cambiar su mirada sobre los refugiados de su continente y la crisis migratoria.
“Muchas de estas personas que vienen, lo hacen por necesidad y también, francamente, porque tienen algo que dar. No llegan con las manos vacías”, afirmó el escritor al hacer hincapié de que se trata de “gente con talento y llena de energía”. Hasta su reciente jubilación como profesor de la Universidad de Kent, se le reconocía por su conocimiento de la obra de Soyinka y del keniano Ngugi wa Thiong’o, quien figuraba entre los favoritos para este año.
La academia prometió hace unos meses ampliar sus horizontes geográficos tras un compromiso de hacer más diverso el prestigioso galardón, aunque su presidente manifestó a comienzo de la semana que el “mérito literario” seguía siendo “el criterio absoluto y único” para designar al ganador. Los ganadores reciben una medalla de oro y 10 millones de coronas suecas (más de 1.14 millones de dólares) que proceden del legado que dejó el fundador de los premios, el inventor sueco Alfred Nobel, a su muerte en 1895.
A causa de la crisis sanitaria, por segundo año consecutivo los laureados este 2021 recibirán el premio en su país de residencia.