Ciudad de México. En México se registra la desaparición de 4.6 niños, niñas y adolescentes diariamente en todo el país según dio a conocer Tania Ramírez, directora de la Red por los Derechos de la Infancia en México.

Aseveró que hay un patrón criminal sistematizado que arranca desde la guerra contra el narcotráfico que inició el gobierno de Felipe Calderón y que siguió con Enrique Peña Nieto, en un hecho que impacta también a los menores de edad.

De acuerdo a la información proporcionada por la organización durante el foro Infancia y Desapariciones, dijo que es a partir de los 12 años cuando se incrementa sustancialmente la desaparición de menores pues 3 de cada 4 casos son mayores a esa edad. Detalló que el número de casos pasó de 276 a los 12 años a mil 576 a los 16 años. Esto arroja que 11 mil 368 de las 15 mil 196 niños, niñas y adolescentes reportados actualmente, es decir 3 de cada 4 menores desaparecidos.

En su exposición destacó que 7 de cada 10 personas de entre 0 y 17 años son mujeres, al 30 de agosto 2021 eran mujeres. De acuerdo al recuento histórico 52 mil 933 de 77 mil 752 (recuento que tiene desde 1964), eran mujeres.

Explicó que a partir de la guerra contra el narcotráfico, con Felipe Calderon, se registró un drástico repunte de desaparición de niños y adolescentes: entre 1964 y 2005 se registraron 154; 2 mil 308 entre 2007 y 2012 y se alcanzó el pico con el gobierno de Enrique Peña Nieto, con 6 mil 160 entre 2013 y 2018

Ramírez mencionó que uno de cada cinco niños y adolescentes desaparecidos se registran en el estado de México (3 mil 476 de los 15 mil 196 que se encuentran en el reporte actualizado); uno de cada 10 desaparecen en Tamaulipas, en tanto que el 7.5 por ciento del total ocurrieron en Jalisco. Esto es, según Redim, el 40 por ciento del total de desapariciones de menores de edad se registraron en estas tres entidades.

De acuerdo al Redim, afortunadamente en el caso de los menores, el 80.5 por ciento de los desaparecidos son localizados y solamente uno de de cada 100 es encontrado sin vida