Ciudad de México. En el país vamos a “volver un hábito la honestidad, vamos a seguir limpiando de corrupción, y luego ver si se aumentan los impuestos, ver si hay una distribución en el ingreso del país. Pero primero no permitir la corrupción. La honestidad del pueblo es la mayor riqueza de México”, estableció el presidente Andrés Manuel López Obrador.
El mandatario se presentó sin compañía a su conferencia matutina en el Salón Tesorería de Palacio Nacional. De las diversas y larguísimas preguntas -que en ocasiones llegan convertirse en diálogos-, el tabasqueño respondió con amplitud a la crisis financiera en la mayoría de los estados, aduciendo que es necesario aplicar la austeridad como fundamento en la administración pública, porque en todas las administraciones hay derroche y gastos excesivos:
“Hay pacto federal, esa es la ley que nos rige. El gobierno federal recauda impuestos y los distribuye mediante una fórmula de acuerdo a la población, pobreza, ingreso y crecimiento de cada estado.
“Lo primero que tienen que hacer es ahorrar. En todos los gobiernos hay gasto excesivo, hay derroche, hay gastos superfluos. Hay que hacer una revisión y tener gobiernos austeros y definir prioridades.”
Así describió que esas decisiones prioritarias se deben encaminar en atender la nómina de los trabajadores, limpiarlas de aviadores; garantizar el mantenimiento; el apoyo de servicios y “estoy seguro de que les va a quedar algo”.
Promotor del gobierno austero, el tabasqueño dio cuenta que en más de tres años de estancia en el poder, en la presidencia “no hemos comprado un vehículo nuevo, uno solo”.
Dijo no compartir la idea de repartir las participaciones establecidas en la Ley de Coordinación Fiscal, de acuerdo a los registros de concentración del Producto Interno Bruto (PIB).
“Es muy relativo decir ‘yo aporto más’, no se puede usar esto como argumento, porque no es del todo cierto, porque aquí están las empresas matrices y está toda la actividad financiera -señaló en una gráfica los estados con mayor concentración del PIB, la CDMX, Edomex, Nuevo León y Jalisco-, la mejor manera de la distribución de los recursos que son de todos los mexicanos, de la riqueza, es que haya equidad, que haya justicia, y desde luego que no haya corrupción”.