Ciudad de México. La inscripción de mayores de 18 años al Registro Federal de Contribuyentes (RFC) no sólo tiene que ver con un cambio de cultura fiscal en el país, también es una medida preventiva contra el robo de identidad y la propagación de empresas factureras, explicó Raquel Buenrostro, jefa del Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Detalló que al asegurar que cada persona adulta saque su RFC, se limita el robo de identidad para la creación de empresas fantasma. Se han detectado jóvenes de 18 y 19 años que aparecen con ingresos de miles de millones de pesos frente al fisco, pero cuando se les busca para entregar impuestos se encuentran a personas de bajos recursos.
En reunión con la Comisión de Hacienda y Crédito Público de la Cámara de Diputados, agregó que es común que las empresas nomineras incluyan a jóvenes en hasta 200 y 300 empresas de manera simultánea. En ese sentido, al tener cada persona su RFC y un buzón tributario al que se le envía toda la información, se pueden acotar dichas prácticas, consideró.
Buenrostro agregó que el robo de identidad para temas fiscales es extenso, afecta a todo grupo de edad y se da sobre todo con el Régimen de Incorporación Fiscal (RIF), el cual se busca dejar de lado y que se extienda el Régimen Simplificado de Confianza, propuesto por la actual administración.
“Cuando llegamos había 5.8 millones de RIF, casi todos eran falsos para dar vida a factureras y empresas fantasma, ya sea como empleados o como representantes legales y socios”. Al depurarse el esquema salieron 4 millones de contribuyentes, incluso se encontró a alguien que ingresó 48 billones de pesos en un año. “Es ridículo, porque hay mucha suplantación de identidad”, recalcó la jefa del SAT.
Sostuvo que por ahora la inscripción de mayores de 18 años al RFC “no implica ninguna obligación ni ninguna sanción”. Los contribuyentes se dividen en asalariados, el resto de regímenes y los no obligados; en este último es donde quedan los jóvenes que saquen su RFC, no deben reportar mesadas ni becas, pero sí se hacen obligados cuando se detecte que tienen actividad económica a través de comprobantes fiscales digitales.
Eso por un lado, pero también la inclusión temprana al RFC busca cambiar la cultura fiscal. “Desafortunadamente México era la cultura del no pago", el objetivo es que la ciudadanía vea las contribuciones como "un deber cívico", como un igualador social y como un mecanismo de redistribución para costear servicios públicos, explicó Buerostro a legisladores.