El secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, informará sobre los derechos especiales de giro, porque “hay mucha especulación”, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador. A esa posición en su conferencia matutina, añadió que “estábamos pensando en la posibilidad de comprar bonos para pagar la deuda y en especial la deuda de Pemex. ¿Saben qué pasó? Que aumentaron los intereses en los bonos de Pemex nada más porque están los fondos llamados buitres”.
Al referirse al aspiracionismo–tema recurrente en sus exposiciones ante los medios de comunicación– recomendó a los jóvenes “que se alejen lo más que se pueda del dinero, de lo material; es mejor la pobreza que la deshonra.”
Al tocar el tema del pago de la deuda de Pemex, el Presidente condenó la intervención de los fondos especulativos que “andan queriendo robar sin trabajar”.
Entonces se le insistió en que el gobierno de Argentina, en concordancia con su banco central, colocó en su presupuesto los 4 mil millones de dólares que le asignó el FMI en derechos especiales de giro (una creación del Fondo Monetario Internacional, que funciona como activo de reserva asignado a sus países miembros, de acuerdo a la cuota de acciones que cada uno tiene ahí inscritas, y se basa principalmente en el PIB nacional, de forma tal que los más ricos cuentan con una mayor cantidad que los más pobres).
“En la mayoría de los países, que me desmientan si estoy diciendo algo que no sea cierto los del Banco de México, esos recursos son de la hacienda pública, pero ya no quiero hablar más de eso por lo de la especulación y nosotros tenemos un secretario de Hacienda de primera, Rogelio Ramírez de la O es un profesional y él está atendiendo este asunto.”
Mejor pobreza que deshonra
El Presidente insistió con un consejo a los jóvenes, “que se alejen lo más que se pueda del dinero, de lo material, porque eso es una tentación y no necesariamente significa felicidad, a veces es la perdición lo material. La felicidad, no hay que olvidarlo, es estar bien con uno mismo, estar bien con nuestra conciencia y estar bien con el prójimo, esa es la verdadera felicidad”.
Refirió un pasaje de su último libro referente a la ambición e insistió en que “es mejor la pobreza que la deshonra. No hay que ambicionar así lo material, el dinero; eso no es la vida. El querer imitar –por eso hablo del aspiracionismo– la ropa de marca, las alhajas, los carros último modelo... por eso muchos toman el camino de las conductas antisociales, por la ‘Cheyenne, apá’”.