La tardanza en la entrega de las tarjetas para la Pensión de Adultos Mayores que otorga la Secretaría de Bienestar (SB) obedece en gran medida a que los “servidores de la nación” han tenido que cubrir demasiadas tareas, como la campaña de vacunación contra el Covid-19 y el registro para otros programas sociales.
Así lo afirmaron derechohabientes de diversas zonas de la Ciudad de México, quienes señalaron que el personal encargado de estos trámites parece “no darse abasto” con la cantidad de trabajo que se les asigna, a lo cual se suman problemas de desorganización en general y de una alta demanda que supera el número de empleados encargados de atenderla.
Irma Esquivel López, vecina de la alcaldía Coyoacán, explicó en entrevista que su esposo se inscribió al programa de pensiones en abril vía telefónica –debido a la pandemia–, y aunque se les indicó que recibirían una visita a su domicilio para corroborar la identidad del beneficiario y sus datos, ello nunca ocurrió.
Fue hasta junio que recibieron un correo electrónico donde les notificaban que su marido había sido inscrito para recibir su tarjeta de ayuda, pero sin indicarles los pasos siguientes. Tres meses después, en septiembre, acudieron a un módulo de su alcaldía a preguntar sobre el tema y descubrieron que el supuesto registro telefónico de abril nunca se llevó a cabo en realidad.
“Cuando les pregunté por qué, un servidor de la nación me dijo ‘nos mandaron a la vacuna y eso se quedó en pausa. Somos muchos, pero no nos damos abasto y este programa se quedó en espera’. Lo tuvimos que volver a hacer ahí, como si no se hubiera registrado nunca”, lamentó.
En un caso similar, Maribel Mena, habitante de la alcaldía Benito Juárez, decidió acudir a la sede de registro ubicada en la Alberca Olímpica, acompañada de su madre y su tía, de 94 y 84 años de edad, respectivamente, luego de que nunca se concretó la visita a domicilio que le prometieron, debido a que una de las dos mujeres se encuentra en estado de postración.
Luego de pasar cuatro horas haciendo diversas filas, la mujer obtuvo resultados contradictorios, porque a una de sus familiares de la tercera edad sí le dieron el pago correspondiente a ese bimestre y uno retroactivo, pero al otro no, porque nunca llegó a la sede un documento necesario para que los beneficiarios cobren.
“Parte del problema es que los servidores de la nación un día inyectan (vacunas contra el Covid), otro día registran a adultos mayores y andan en todos lados, y cuando llegas a algún lugar, no te pelan. Los traen en tantas cosas diferentes, que cuando les preguntas algo, sólo te responden de lo que estén haciendo en ese momento”, deploró.