París. Los gobiernos deben destinar más dinero y recursos para preservar el bienestar mental de los niños y adolescentes, instó ayer la agencia de protección de la infancia de la Organización de Naciones Unidas (Unicef) en un informe que hizo sonar las alarmas sobre los golpes a la salud mental a causa de la pandemia de Covid-19, en especial entre los más pequeños de familias pobres.

La Unicef afirma que su estudio sobre el “Estado mundial de la infancia” es el más completo que ha realizado en los últimos 20 años sobre la salud mental de los niños y adolescentes.

La crisis del coronavirus, que obligó a cerrar escuelas y trastornó la vida de niños y adolescentes, ha puesto en primer plano la cuestión de su bienestar mental.

De acuerdo con Unicef, pueden pasar años para medir por completo el impacto de la pandemia en la salud mental de los jóvenes. Los siquiatras detectaron rápidamente signos de angustia cuando niños y adolescentes buscaban ayuda por pensamientos suicidas, ansiedad, trastornos alimentarios y otras dificultades a medida que los cierres y el cambio a la enseñanza a distancia los separaban de sus amigos y rutinas, además, el Covid-19 mataba a sus padres y abuelos.

“Debido a los confinamientos nacionales y a las restricciones de movimiento relacionadas con la pandemia, los niños han perdido un tiempo valioso de sus vidas lejos de la familia, los amigos, las aulas y los lugares de recreo, que son muy importantes durante la infancia”, apuntó la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore.

“Las consecuencias de la pandemia tienen un gran alcance, pero son sólo la punta del iceberg”, indicó Fore. “Incluso antes de la pandemia ya había demasiados niños abrumados por el peso de una serie de problemas de salud mental a los que no se les había prestado atención. Los gobiernos están invirtiendo muy poco para atender estas necesidades esenciales.”

Los siquiatras pediátricos afirman que ya estaban escasos de recursos antes de que la pandemia provocara un aumento en el número de casos. Los gastos en la promoción y protección de la salud mental “son extremadamente bajos” y, sin embargo, las necesidades son apremiantes, señala Unicef.

Aunque los niños y adolescentes han tenido menos probabilidades de morir a causa del Covid-19 que las personas mayores, la Unicef advirtió que la pandemia ha enturbiado su futuro a largo plazo y “ha trastornado sus vidas, además de generar una gran preocupación por su salud mental y su bienestar”.

“Pesará sobre las aspiraciones y los ingresos a lo largo de la vida de una generación cuya educación se ha visto interrumpida. El riesgo es que las repercusiones de esta pandemia mermen la felicidad y el bienestar de los niños, adolescentes y cuidadores durante años”.

Por otra parte, República Dominicana inmunizará a niños de 5 a 11 años tras un “consenso” entre autoridades sanitarias y gremios del país.

Rusia registró 900 muertes en 24 horas, su mayor número de fallecidos diarios por coronavirus, debido al pico de contagios causados por la variante delta. El Kremlin atribuye el récord de fallecimientos a la lentitud de la vacunación.

La Organización Mundial de la Salud sigue examinando datos sobre la vacuna rusa Sputnik V con la idea de que pueda ser aprobada para uso de emergencia, pero el organismo asegura que la decisión no es inminente.

Un nuevo estudio muestra que recibir las dos dosis de la vacuna desarrolladas por Pfizer-BioNTech tiene una alta efectividad contra el virus en su forma más grave para todas las variantes, incluida la delta, durante al menos seis meses.

El laboratorio Johnson & Johnson solicitó a la Administración Federal de Medicamentos de Estados Unidos (FDA) que autorice un refuerzo de su vacuna para personas mayores de 18 años.

AstraZeneca pidió a la FDA que otorgue la autorización de emergencia a un tratamiento con antígeno, el primero de su tipo, para prevenir la enfermedad. De recibir la autorización, el medicamento probablemente estaría reservado a personas con el sistema inmunológico debilitado, a quienes la vacuna no brinda suficiente protección.

La Dirección General de Seguridad Interior de Francia detuvo a cuatro hombres, incluidos dos ex militares, sospechosos de planear ataques a centros de vacunación.

La pandemia ha dejado en el mundo 235 millones 705 mil 415 casos confirmados y 4 millones 814 mil 532 fallecidos, de acuerdo con la Universidad Johns Hopkins.