La difusión de documentos relacionados con la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa no pone en riesgo las investigaciones para esclarecer el caso, por el contrario, es bueno que se ventilen al debate público, pues aún existe más información que replanteará toda la indagatoria, sostuvo el subsecretario de Derechos Humanos, Migración y Población de la secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas.
Entrevistado en el marco de la disculpa pública del Estado mexicano a un joven discapacitado procesado injustamente, Encinas agregó que en la actualidad se cuenta con más de 18 mil documentos entregados por la Secretaría de la Defensa Nacional que, si bien se generaron en el gobierno de Peña Nieto, como secuela de los hechos, fueron entregados en esta administración.
–¿No pone en peligro los avances en la investigación la difusión de estos documentos? –se le cuestionó.
–No creo que lo tenga en lo particular esta información. Yo tengo mi criterio jurídico sobre esto. No comparto lo que han dicho algunas personas. Estoy consciente de que no va a dañar de ninguna manera, sino que puede alentar el avance en las indagatorias.
A petición presidencial, la semana pasada la subsecretaría de Derechos Humanos hizo pública una conversación entre el subdirector de la policía municipal de Iguala, Francisco Salgado, y líderes de Guerreros Unidos. En respuesta, el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro e integrantes del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes se inconformaron por esta difusión al aducir el riesgo que implicaba para las investigaciones.
Al ser cuestionado sobre la violencia que prevalece en Iguala, con los hechos ocurridos la semana pasada, Encinas explicó que esta ciudad guerrerense representa un enclave estratégico en un territorio en disputa entre diversos grupos del crimen organizado por el control del trasiego de drogas. Hay que entender, dijo, el contexto en el que se dieron los sucesos.
Refirió que en la región operan varios grupos delictivos, algunos de ellos que se escindieron del que originalmente se vincula con la desaparición de los normalistas (Guerreros Unidos). Reconoció que ha habido desmembramiento de estas organizaciones, lo que ha incrementado la disputa en la zona.
–Entre las personas ejecutadas la semana pasada de Guerreros Unidos, ¿no hay nadie vinculado con el caso Ayotzinapa?
–Estamos revisando la situación particular de estas 18 personas, pero hasta ahora no tenemos identificado ninguno que fuera un factor clave ni determinante en los acontecimientos.