París. El éxito para la reanudación de la educación depende de una mayor inversión en el bienestar, la formación, el desarrollo profesional y las condiciones de trabajo de los 71 millones de maestros mundiales, con el fin de transformar la enseñanza y la pérdida de aprendizaje que propició la pandemia, afirmó ayer la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
“Celebramos la excepcional dedicación y el valor de todos los docentes, así como su capacidad de adaptación e innovación en condiciones muy difíciles e inciertas”, declararon en un comunicado conjunto la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay; la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore; el director general de la Organización Internacional del Trabajo, Guy Ryder, y el secretario general de la Internacional de la Educación, David Edwards.
“Son agentes esenciales en los esfuerzos mundiales de recuperación de la educación y resultan fundamentales para acelerar el progreso hacia una educación inclusiva, equitativa y de calidad para todos los alumnos, en cualquier circunstancia”, en un mensaje con motivo del Día Mundial de los Docentes enviado a La Jornada.
Al 30 de septiembre, las escuelas habían abierto completamente en 115 países. Se han reabierto parcialmente en 50 países y están totalmente cerradas en 17, de acuerdo con la Unesco.
Cuarenta por ciento de los países formó a tres cuartas partes o más de los profesores en métodos de aprendizaje a distancia y en el uso eficaz de las tecnologías en 2020. Mientras sólo seis de cada 10 países proporcionaron a los educadores desarrollo profesional sobre apoyo sicosocial y emocional
Más de la mitad de los países (58 por ciento) proporcionaron a los profesores contenidos para el aprendizaje a distancia, mientras 42 por ciento proporcionó a los profesores herramientas TIC y conexiones a Internet.
Según la Unesco, 71 por ciento de los países ha dado alguna prioridad a la vacunación del personal educativo, pero sólo 19 países los han incluido en la primera ronda de inmunización, mientras 59 países no les han dado prioridad alguna.
La crisis de Covid-19 ha puesto de manifiesto los grandes retos que enfrenta la profesión docente, como la falta de formación para la enseñanza en línea y el aprendizaje a distancia, el aumento de la carga de trabajo asociado a las clases en doble turno y a los modelos mixtos y los problemas de seguridad laboral.
Situar a los profesores en el centro de la recuperación de la educación requerirá aumentar el tamaño de la plantilla en algunos países. Aunque 31 por ciento de los 103 países contrataron más profesores para la reapertura de las escuelas, el déficit global aún es elevado. En total, se necesitan 69 millones de educadores más en todo el mundo para garantizar la educación primaria y secundaria universal para 2030.
Tras nueve meses de cierre, los estudiantes cubanos de 16 a 18 años volvieron ayer a sus aulas, después de haber sido vacunados contra el Covid-19, mientras los más pequeños lo harán en noviembre, en momentos en que la isla llega casi a 900 mil contagios.
Los estados alemanes de Berlín y Baviera eliminaron la obligación de llevar mascarilla en los colegios, pese a la advertencia de los virólogos.
Durante la primera ola, el estado de Kerala, en India, lideró la lucha contra el virus, estableciendo una hoja de ruta para el resto del país; sin embargo, con la aparición de la variante delta, los contagios en Kerala representaron 70 por ciento de las infecciones diarias del país.
El regulador farmacéutico de la Unión Europea indicó que las personas mayores de 18 años con un sistema inmunitario gravemente debilitado deberían recibir una tercera dosis de Pfizer y/o Moderna.
Rusia canceló todos los eventos públicos debido a un fuerte aumento de los contagios y decesos.
Nueva Zelanda admitió que ya no puede librarse por completo del coronavirus.
El saldo mundial por la pandemia es de 235 millones 341 mil 818 contagios y 4 millones 807 mil 871 muertes, de acuerdo con la Universidad Johns Hopkins.