Madrid. El Nobel de Literatura peruano Mario Vargas Llosa figura en los llamados Papeles de Pandora como beneficiario de una cuenta opaca en las Islas Vírgenes Británicas para blanquear y gestionar dinero procedente de sus derechos de autor.
Según la investigación realizada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), el escritor peruano naturalizado español utilizó esta triquiñuela financiera en 2015, cuando aún no se había hecho residente fiscal en España, lo que ocurrió hasta 2017.
Vargas Llosa figura en la investigación de blanqueo, fraude fiscal y evasión de capitales que ha revelado las prácticas ilícitas de la élite mundial, entre ellos destacados líderes internacionales, empresarios y personajes de la cultura y el espectáculo.
El escritor hispano-peruano en las últimas semanas ha sido muy criticado por sus opiniones durante el congreso del derechista Partido Popular (PP).
Según la investigación periodística, Vargas Llosa fue titular de la cuenta bancaria de la firma denominada Melek Investments, una sociedad opaca registrada en 2015 en las Islas Vírgenes Británicas, que fue utilizada para gestionar el dinero proveniente de los derechos de autor de sus obras y la venta de varios inmuebles en Madrid y Londres.
Según la información que publica el diario El País, “en el momento de su creación, Vargas Llosa no residía ni en España ni en Perú, los dos países de los que tiene nacionalidad. Cuando se hizo residente fiscal en España, en 2017, la cartera de inversión ya estaba a su nombre, y no al de Melek Investments, y fue declarada a las autoridades fiscales”.
La explicación de la agencia Carmen Balcells es que “a raíz del divorcio del escritor con su esposa, Patricia Llosa Urquidi, el banco de inversión estadunidense Jefferies, que lleva una cartera de negocios del escritor desde hace tiempo, le creó una estructura con ese nombre por razones de privacidad. La cartera manejaba unos fondos de 1.1 millones de euros, que eran fruto de sus ahorros. Esa sociedad sólo gestionó, durante su breve existencia, una cartera de inversiones (acciones y bonos) que ya existía desde mucho antes y que siguió existiendo a su nombre luego de liquidada”, explicó la agencia.
No es la primera vez que Vargas Llosa aparece en una trama de delincuencia financiera a nivel internacional. Ya ocurrió en 2016, cuando un diario alemán lo situó como titular de una sociedad offshore con Mossack Fonseca, en 2010, en la que además se advirtió que “un día antes de que le fuera otorgado el Nobel, un intermediario pidió cambiar el accionariado de esa empresa, que pasó a ser propiedad de dos ciudadanos rusos. Más tarde, Vargas Llosa aseguró no haber tenido nunca una sociedad offshore y que todo se trataba de un malentendido. En esta ocasión, su agencia literaria asegura que no era consciente de la titularidad de esta sociedad, ya que es una práctica habitual del propio banco y un asunto del que se ocupaban quienes le gestionaban la cartera”, informó el diario El País.