Ciudad de México. México no espera reproches de Estados Unidos en el diálogo que sostendrán este viernes en materia de seguridad, por el contrario, será un ejercicio de colaboración mutua para llegar a acuerdos y emprender un trabajo conjunto para combatir la inseguridad, el paso ilícito de drogas y armas, al crimen trasnacional, el incremento en el consumo de drogas, entre otras.
Así lo informó este medio día el canciller Marcelo Ebrard Casaubón, quien encabezará a la delegación mexicana que dialogará con representantes de alto nivel de la Casa Blanca.
Entrevistado tras la ceremonia en la que se presentó el nuevo pasaporte electrónico, el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), aseveró que México se sentaba con su vecino del norte en una cooperación en seguridad desde una posición asimétrica, y ejemplo de ello fue la Iniciativa Mérida.
Con ese proyecto –establecido durante la administración del panista Felipe Calderón— “México fue y tocó la puerta (con Estados Unidos) y dijo ‘por favor ayudame, necesito que me hagas, necesito que me prestes’. Y eso te pone en desventaja”.
El nuevo enfoque del que se habla en la relación en este tema desde los gobiernos de los presidentes Andrés Manuel López Obrador y Joe Biden, subrayó el funcionario, tendrá dos bases: el respeto mutuo, porque “si tú no me respetas no te respeto, y sin respeto es difícil llegar a algo”; y en segundo lugar, atender las prioridades de cada uno de los dos países. En el caso de México, dijo el canciller, la prioridad es reducir los homicidios y la violencia.
Con base en ello, el gobierno mexicano propuso ya diez ejes comunes, entre ellos el mejoramiento de las capacidades de los dos países y el intercambio de información, como el hecho de que México conozca cuánta droga se vende en territorio estadunidense, dónde y por qué, además de que que hacen las autoridades de esa nación para combatirlo.
Otro elemento es que se siga el flujo de recursos (por la venta ilícita de esos productos) y qué ha pasado con la persecución y seguimiento de ese dinero. “Ahí hay pocos resultados”.
México también planteó la necesidad de una asistencia jurídica expedita a fin que las extradiciones tengan la misma velocidad de aquí para allá y viceversa. “Que no es el caso ahora”.
Otro punto central en la agenda mexicana, expuso Ebrard Casaubón, es el tráfico ilícito de armamento. “No me mandes armas, no queremos armas, ya no quiero que me des armas ni helicópteros ni nada. Queremos que ya no vengan más armas, 70 por ciento del arsenal (en México, sobre todo en manos de la delincuencia organizada) proviene de Estados Unidos”. En este sentido, dijo, no es que nuestro país quiera que su socio comercial y político le resuelva el problema, pero sí que tome medidas y acciones más efectivas y eficaces para reducir drásticamente el tráfico ilícito de armas.
Un elemento en el que el presidente López Obrador ha sido enfático es que los esfuerzos binacionales en el tema de seguridad se incluya el desarrollo socioeconómico, en particular para el sureste mexicano y Centroamérica.
También, refirió el canciller, otra de las prioridades planteadas por el gobierno de México es la necesidad de emprender esfuerzos conjuntos para enfrentar el consumo de estupefacientes. “Sigue subiendo en los dos países. Vimos el plan que presentó el presidente Biden sobre drogas y es muy parecido a lo que dice el presidente López Obrador”.
Si bien destacó que las capturas de líderes de los grupos criminales son importantes, la nueva polítia de seguridad entre ambas naciones no puede centrarse sólo en ello o ser el principal objetivo. “Llevamos todo el siglo XXI haciendo lo mismo, no digo que no los captures, pero el objetivo primordial que se tuvo muchos años fue capturar capos ¿y qué pasó?”.
En el diálogo, que se realizará el viernes de esta semana en la sede de la SRE, en la Ciudad de México, y participarán, entre otros por Estados Unidos los secretarios de Estado y de Seguridad Nacional, Antony Blinken y Alejandro Mayorkas, respectivamente, así como el fiscal general Merrick Garland, y el embajador de ese país en México, Ken Salazar.
En la delegación mexicana, además de Ebrard, estarán los miembros del gabinete de seguridad nacional: los secretarios de Gobernación, Adán Augusto López; de Seguridad y protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez; de la Defensa Nacional, general Luis Cresencio Sandoval; y de la Marina, almirante José Rafael Ojeda.